El veto se confirmó con el resultado final de la votación, que eligió como portavoces a los seis que superaron ese listón, Alfonso Alonso (PP), Soraya Rodríguez (PSOE), Josep Antoni Duran i Lleida (CIU), Josu Erkoreka (PNV) y Cayo Lara (IU-ICV-CHA Izquierda Plural).

Cada diputado depositó en una urna una papeleta en la que tenía que haber un máximo de siete nombres, uno por grupo, y sin que pudiera haber dos del mismo.

A medida que las papeletas iban siendo después leídas y anotadas por los letrados se fue confirmado que Bosch contó con el respaldo de su grupo y de otros, incluido el PSOE, vero no del PP.

Curiosamente, los más votados fueron los portavoces del PSOE y del PNV, con 309 votos cada uno, seguidos por el de CiU con 308, el del PP con 302, la de UPyD con 290 y el de Izquierda Plural con 289. Bosh se quedó con 132, muy por debajo de los 210 que necesitaba para lograr los tres quintos.

ERC considera ese veto un "golpe" al funcionamiento democrático digno de "conmemorar el 23-F", y cuenta con el respaldo del resto del Grupo Mixto, indignado por el veto del PP.

El diputado del PP Rafael Hernando respondió, también antes de votar, que cada grupo tiene derecho a elegir su portavoz pero después son todos los que valoran la "idoneidad" de cada cual.

El PP argumenta su veto en que la parte de ERC representada por Bosch estaría "al servicio de Amaiur" en esa comisión, de carácter reservado y en la que se abordan asuntos sensibles para la seguridad nacional.

Esos argumentos no eran compartidos por el PSOE, para quien Bosch no traspasa la "línea roja" que les hubiera impedido respaldar la propuesta del Grupo Mixto.

El PP intentó sin éxito que el Grupo Mixto propusiera otro portavoz. Deseaba a Carlos Salvador, de UPN, pero expresaba su dispoción a transigir con Ana Oramas, de Coalición Canaria, o Francisco Jorquera, del BNG.

De hecho, si el PSOE hubiera estado de acuerdo con el PP ambos hubieran podido aunar votos suficientes para sacar adelante un portavoz del Mixto distinto al propuesto por ese mismo grupo. Sin embargo, el PSOE optó por respetar la decisión del Mixto y el PP materializó su veto a Bosch.

Rechazada la inclusión de Bosch en la Comisión de Secretos Oficiales, el Mixto formuló la propuesta de que sea Joan Tardá, también de ERC, su portavoz, pero el presidente del Congreso, Jesús Posada, aplazó la votación para más adelante por entender que debe ser de nuevo convocada expresamente en el orden del día.

Las reuniones de la Comisión de Secretos Oficiales se celebran a puerta cerrada y tienen carácter reservado. En ella comparecen los ministros de Interior, Defensa y Exteriores y el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) para informar a los grupos de cuestiones reservadas relacionadas con la seguridad nacional.

Tradicionalmente se ha informado en ella de los detalles de la lucha antiterrorista nacional e internacional, de las actividades de los servicios de inteligencia y de asuntos con implicaciones internacionales, como por ejemplo los vuelos ilegales de la CIA.