Debido a ello, 617 usuarios de sillas de ruedas perdieron la vida en accidentes en las vías públicas estadounidenses el pasado año, según datos del Departamento de Transporte de aquel país.

Por ello, se están multiplicando las iniciativas en busca de una solución a estos problemas.

En California las autoridades están negociando un acuerdo extrajudicial con las organizaciones de personas con discapacidad, que presentaron una demanda reclamando la instalación de miles de rampas para sillas de ruedas en el Estado.

Un tribunal de apelación de la localidad de Arlington (Texas) ha dado la razón a dos residentes con discapacidad que demandaron a las autoridades locales por el estado de las aceras.

Por su parte, en Columbia, (Missouri) se ha aprobado una ordenanza que sancionará a los conductores que acosen a usuarios de sillas de ruedas que se desplacen por la calzada.

Asimismo, Kenneth Stokes, alcalde de Jackson (Mississippi), ha aprobado una medida el mes pasado que hace obligatorio para usuarios de sillas de ruedas que lleven reflectantes o intermitentes si usan la calzada.

En la última década Project Civic Access, una iniciativa que tiene por objetivo garantizar la eliminación de barreras arquitectónicas urbanas, ha logrado que docenas de urbes estadounidenses mejorasen la accesibilidad de sus aceras.