Según explicó Gustavo Samayoa, presidente de FUCI, estos artículos son peligrosos al incumplir las normas de seguridad y calidad establecidas.

Así, el 28% de los productos analizados por la federación supone un peligro al incumplir los requisitos legales sobre combustibilidad, por no tener orificios suficientes para la nariz o la boca, o por contener elementos tóxicos.

La FUCI realizó un llamamiento a los consumidores para que antes de comprar un disfraz, peluca o máscara tengan en cuenta una serie de recomendaciones, sobre todo en los disfraces para los niños.

Los padres deberán comprobar que el disfraz elegido tenga la etiqueta, que sea de la edad recomendada, que contenga las advertencias en su utilización y que incluya los datos de identificación del fabricante del producto.

Además, hay que comprobar que no contenga piezas pequeñas que puedan ser ingeridas por un menor. Asimismo, los padres deberán chequear también las máscaras, de forma que tengan una ventilación adecuada, y que los disfraces, pelucas y máscaras estén hechos con materiales no inflamables.