Así lo afirmó hoy, en la presentación del “World Energy Outlook: Análisis sobre Cambio Climático”, de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), donde apostó por impulsar las formas de energía libres de carbono, como las renovables y la nuclear, para evitar que, de aquí a 2030, la temperatura global del planeta crezca en seis grados.

En el citado acto, la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, defendió la postura del Ejecutivo, que ha de tener en cuenta diferentes intereses, no sólo los medioambientales.

En este sentido, sostuvo que el carbón “no es la opción preferida desde el punto de vista ambiental” y garantizó que, en todo caso, el apoyo a esta fuente de energía respetará siempre los límites fijados en 2004, que “nunca” se rebasarán.