Partiendo de un modelo clásico conocido como "calado crítico", el método busca, para hacer los cálculos, lugares donde se produjeron cascadas en el torrente debido a saltos del lecho o bien a estrechamientos bruscos.

Según informa el IGME, la innovación consiste en mejorar la estimación de los caudales gracias a cálculos matemáticos repetitivos hasta que se localiza el punto exacto donde se produjo ese calado crítico, lo que permite obtener resultados exactos del caudal de esa avenida, su profundidad, velocidad, etc.

Además, permite considerar en el cálculo la presencia de bloques, cantos y arenas que el agua suele arrastrar en este tipo de eventos torrenciales, y que son muchas veces los que producen los daños materiales y las pérdidas de vidas humanas.