Según informó este lunes el Ministerio de Sanidad, del que depende el Instituto Nacional de Consumo, del total de los 43 productos alertados en enero, cinco se detectaron en frontera y se rechazó su importación, mientras que otros 24 se retiraron del mercado y se prohibió su comercialización.

En los 14 restantes, fue el propio fabricante quien, como obliga la normativa, comunicó a las autoridades de consumo la existencia de posibles riesgos en sus productos y adoptó las medidas necesarias para paliarlos.

Los productos eléctricos (12), juguetes (10) y vehículos y accesorios (ocho) fueron los materiales que reunieron mayor número de notificaciones, dados los requisitos exigidos por la normativa que los regula.

Les siguieron los productos de vestimenta y calzado infantil, con cuatro alertas, los encasillados en el apartado de "otros", también con cuatro notificaciones, los accesorios para el pelo (dos), un equipo de protección individual, un artículo infantil y otro clasificado como de ocio o deportivo.

En cuanto a la procedencia de los artículos alertados, la mayor parte (22) tuvieron su origen en China. Otros 12 vinieron de países desconocidos, mientras que dos llegaron de Alemania, otros dos de España y una cantidad igual del Reino Unido. Estados Unidos (uno), Lituania (otro) y República Checa, con uno más, completan los 43 productos notificados en enero.