Lo dijo durante un desayuno informativo organizado en Madrid por Nueva Economía Fórum en el que reconoció que, a pesar de que “todavía es pronto para determinar las consecuencias de la pandemia” en la infancia, se puede concluir que el coronavirus “ha afectado enormemente” a su “protección y bienestar”.

Esto le dio pie a constatar que “se corre el riesgo de invertir las tendencias de las últimas décadas” en cuestiones como el trabajo o el matrimonio infantil, “una lacra importante que están padeciendo las niñas dentro del grupo social más vulnerable, que es la juventud y la infancia”.

Suárez Pertierra explicó que, según los cálculos de Unicef, desde el inicio de la pandemia hay 150 millones de niños pobres más en el mundo, que se han sumado a los 1.600 millones que ya había antes del estallido de la pandemia.

A pesar de ello, subrayó que “en los últimos 30 años ha avanzado más el bienestar de los niños y las niñas que en las últimas centurias, y no es una exageración”, ya que “se ha reducido a la mitad el número de muertes de menores de cinco años, miles de personas han tenido acceso por primera vez al agua potable, la educación se ha extendido enormemente en los niveles primarios, hemos vencido a la viruela y estamos a punto de hacer lo propio con la polio”.

No obstante, reconoció que “queda mucho por hacer”, puesto que actualmente “todavía mueren más de cinco millones de menores de cinco años por causas que podríamos haber evitado, hay más de 260 millones de niños que no tienen acceso a la educación y se calcula que uno de cada cuatro niños en 2040 tendrá muchas dificultades para acceder a recursos hídricos”.

Por ello, consideró conveniente “sentar unas bases decididas, sostenibles, contundentes y duraderas” para que “el bienestar del niño sea una realidad”, un trabajo en el que se tienen que involucrar, a su juicio, “todos los agentes sociales, aquí no cabe el unilateralismo”.

Gustavo Suárez Pertierra concluyó su intervención mostrando su convencimiento de que ello es posible, puesto que la Convención de los Derechos del Niño, que data de 1989, es el tratado internacional “más ratificado del mundo”.

Por su parte, la periodista Rosa María Calaf, que ofició de introductora de la intervención el presidente de Unicef España en este acto, deseó que “no hubiera días internacionales” que conmemorar, como el universal de la infancia que tendrá lugar mañana, si bien conminó a aprovechar este sábado para “para poner de manifiesto lo que se ha hecho por ellos (los niños), y especialmente lo mucho que todavía queda por hacer”.