En declaraciones a los periodistas tras la inauguración de un hotel del grupo español en Cancún (México), el presidente de Iberostar explicó que la compañía permanecerá en “stand-by” durante 2012, salgo que “salga algo muy interesante y que podamos afrontar”, o en caso de adquirir edificios “ya construidos y bien situados”.

En esta línea, descartó que la compañía vaya a expandirse al mercado asiático, ya que “las distancias son muy largas”, por lo que indicó que la línea de negocio continuará extendiéndose por Centroamérica y Sudamérica y “después vendrá el desarrollo en Europa”.

Asimismo, Fluxá indicó que el pago de los 94 millones de euros por la compra de cinco hoteles al touroperador británico Thomas Cook concluirá en abril y destacó que han conseguido la refinanciación de la deuda.

La compañía hotelera española, con presencia en más de 19 países, cuenta también con cerca del 6% de las acciones de la compañía de construcción y servicios ACS. Sin embargo, evitará “correr riesgos innecesarios” pese a “tener acceso al crédito”, por lo que por el momento Fluxá aseguró que el único objetivo “es mantenernos en el negocio en el que estamos”.

No obstante, matizó que las ciudades de Madrid y Barcelona “podrían ser puntos para fijar un hotel urbano”, ya que son “ciudades turísticas”.

Sobre la quiebra de la compañía aérea Spanair, Fluxá indicó que “desgraciadamente se ha ido porque no estaba bien enfocada, es un negocio difícil y no puede ser un juego político”. “Que las administraciones inviertan en un negocio de este tipo, que necesitan cierta flexibilidad, es una equivocación”, añadió.

El presidente de Iberostar destacó también que España “necesitaba un cambio de rumbo y el PP lo está intentando y está atajando nuestros problemas”, por lo que considera que “hay que darles un voto de confianza para ver cómo funciona”.