Los contactos comenzaban nada más ser elegido Rubalcaba por el 38 Congreso Federal, pero se intensificaron una vez concluidas las tareas de comisiones y plenario.

Desde ese momento, pasada la medianoche, comenzaban a sonar nombres que desde el entorno de Rubalcaba se dan por seguros en la nueva dirección.

Era el caso del lehendakari, Patxi López, al que Rubalcaba quiere dar un papel "de peso" en la Ejecutiva, una secretaría de área, pero que sea compatible con su labor institucional.

Rubalcaba quiere también a Elena Valenciano y a Óscar López en puestos de relevancia, y junto a ellos se apuesta por Valeriano Gómez o Gaspar Zarrías como integrantes también de la dirección.

No estará Carme Chacón, oponente a Rubalcaba por la Secretaría General, que se autodescartó tras hablar con él, pero que pidió, eso sí, que la dirección se haga con integración y teniendo en cuenta su casi 49% de respaldo de los delegados.

El nombre del presidente andaluz, José Antonio Griñán, que preside este 38 Congreso y con el que todos quieren volcarse en las elecciones autonómicas del próximo mes de marzo, sonaba durante las negociaciones como posible presidente del partido, junto a otras opciones.

Hacia las cuatro de la madrugada, secretarios generales de distintas federaciones y parte de las delegaciones territoriales se dejaban ver en los aledaños del despacho que Rubalcaba tiene habilitado en el hotel que aloja el Congreso y comenzaba con algunos de ellos una segunda ronda de conversaciones para seguir definiendo la lista de la Ejecutiva que debe someterse a votación en el plenario.