En 2021, 19.000 menores cruzaron la peligrosa ruta y, según datos de Unicef, su número se ha triplicado en los últimos cinco años. World Vision apuntó, además, que los menores suponen el 40% de todos los migrantes haitianos que transitan este paso hacia Estados Unidos.

Según Joao Diniz, líder regional de World Vision en Latinoamérica y el Caribe, el 60% de la población de Haití vive en situación de pobreza, lo que impulsa la migración. “Las condiciones de vida de miles de familias haitianas que migraron a países de Sudamérica en busca de mejores oportunidades ha empeorado con la pandemia”, agregó. “Muchos han perdido sus empleos, con los que apenas lograban subsistir”, indicó.

“Como agravante, un terremoto asoló el país en agosto destruyendo cultivos e infraestructura”, prosiguió, a lo que hay que sumar “la escalada de violencia propiciada por enfrentamientos entre pandillas”.

En el Darién, los niños “no solo están expuestos a las condiciones más duras propias de la selva, como enfermedades o los ataques de animales, sino también a merced de grupos criminales que dominan estos territorios y a la explotación de quienes especulan con alimentos, medios de transporte y el hospedaje que requieren”, destacó Diniz.