La ministra compartió la cita, que atribuyó a los indios norteamericanos, durante unas jornadas sobre economía circular de ‘elDiario.es’, donde desveló el empeño del Gobierno por desplegar proyectos precisamente en dicho ámbito y también por parte de las comunidades autónomas.

Al respecto reveló que entre los proyectos elevados por los gobiernos regionales para lanzar iniciativas que puedan desarrollarse con recurso a los fondos europeos uno de los ámbitos en los que hay más proyectos tractores identificados “es precisamente el de la economía circular”, con planteamientos sobre el reciclaje, el tratamiento de las fibras textiles, el sector agroalimentario o “la reindustrialización de nuestro país en clave verde y también en clave digital”.

“Este objetivo de tener una economía más eficiente, un entorno más limpio, sano y sostenible, es compartido por parte de todas las administraciones públicas”, aseguró, considerando que puede ser “una base sobre la que podemos construir el despliegue de los distintos proyectos a lo largo de las próximas semanas” y meses.

“Está claro que la economía circular tiene que ser también una de las claves de este proceso de transformación, de cambio, de modernización de nuestra economía. Creemos además que se trata de una palanca de crecimiento y de prosperidad y de creación de empleo de calidad que puede ser una de las grandes oportunidades para los próximos años”, añadió.

A su juicio, “es más eficiente ahorrar, reutilizar, reciclar que destruir y reconstruir”, como se ha demostrado incluso en la propia recuperación de la crisis provocada por la pandemia donde se ha “logrado proteger el tejido productivo, el empleo, las rentas de las familias” y eso ha permitido evitar una caída del PIB “superior al 25%” o “la destrucción de tres millones de puestos de trabajo”, sin ciar el “daño social enorme” que habría generado.

Indicó que eso está permitiendo que “en escasos 15 meses hayamos recuperado los niveles de empleo previos a la pandemia”, cuando en la anterior crisis “tardamos 12 años en volver a recuperar el mismo nivel de empleo”, y ahora estemos “en una nueva fase” donde “la recuperación está en marcha, es intensa en el mercado de trabajo” y “está llegando a los jóvenes, está llegando a las mujeres” y “a todas las capas de nuestra sociedad”.

Con todo indicó que el reto ahora es “que no sea un rebote pasajero sino una recuperación fuerte, sólida, sostenible” a inclusiva. Calviño expuso la “extraordinaria oportunidad” que se abre para poder abordar un proceso de impulso económico, a la vez que se transforma y moderniza toda la estructura económica aprovechando que hasta el año 2026 pueden llegar al país hasta 140.000 millones de euros en fondos europeos, que se multiplicarán con inversiones privadas.

“Ahora lo que falta es que todos remamos en la misma dirección” que contemos con la colaboración de las administraciones públicas, de los representantes políticos, de los agentes sociales, del sector privado y del conjunto de la ciudadanía porque solo actuando todos en la misma dirección conseguiremos aprovechar plenamente esta oportunidad extraordinaria que supone la respuesta europea a la pandemia y el Plan de Recuperación”, abundó.

A pesar de la envergadura del desafío se mostró “muy optimista” gracias a que tenemos “un gran país que tiene enormes fortalezas”, como se ha demostrado “en estos cuarenta años largos de democracia”, “ejemplo de éxito en el uso de los fondos europeos para la transformación y modernización del país” o como uno de los líderes en el despliegue de la campaña de vacunación.

“Si hacemos las cosas bien, si tomamos las buenas decisiones, podremos tener una recuperación fuerte y, sobre todo, construir un futuro mejor para las generaciones más jóvenes. Creo que el reto de la justicia intergeneracional nos tiene que guiar en este momento”, insistió, recordando que se ha emitido una cantidad sin precedentes de deuda para encarar la pandemia y si no se actúa bien “puede suponer un lastre para las generaciones futuras”.