Inmigración

Grecia juzga desde este jueves a dos voluntarios dedicados al rescate de migrantes en Lesbos

MADRID
SERVIMEDIA

El juicio contra dos activistas que se dedicaban a tareas de rescate y salvamento de migrantes en las costas griegas comenzará finalmente este jueves en la isla de Lesbos, según Amnistía Internacional (AI).

Sarah Mardini, refugiada siria de 25 años, y Seán Binder, un ciudadano alemán de 27, pueden ser condenados a 25 años de cárcel por ayudar a personas refugiadas, en lo que para AI supone “un caso emblemático” de la criminalización de las ONG y los activistas que ayudan a los migrantes por parte del Gobierno griego.

En un comunicado, Amnistía denunció que ambos se enfrentan “a una serie de cargos injustos y sin fundamento, que se remontan a la época en que trabajaron como voluntarios localizando y ayudando a embarcaciones en peligro en Lesbos”.

Mardini llegó a Lesbos como refugiada en 2015. El motor de la embarcación en la que viajaba dejó de funcionar y ella y su hermana salvaron a otros 18 ocupantes tras arrastrar la nave a un lugar seguro. Más tarde, regresó a Grecia y trabajó como voluntaria en una organización griega de búsqueda y salvamento, donde conoció a Seán, que colaboraba como buzo.

Sarah y Seán fueron detenidos en 2018, acusados de numerosos cargos como tráfico de personas, espionaje, uso ilegal de frecuencias de radio y fraude. Ambos pasaron más de 100 días en prisión antes de quedar en libertad bajo fianza en diciembre de 2018.

Según Nils Muižnieks, director de la Oficina Regional para Europa de Amnistía Internacional, “Sarah y Seán llevaron a cabo una labor humanitaria que salva vidas, localizando embarcaciones en peligro ante las costas griegas y proporcionando a sus ocupantes mantas, agua y una cálida bienvenida. Los cargos a los que se enfrentan son ridículos, y nunca deberían haber ido a juicio”.

Sañaló que irán a juicio por delitos menores que pueden suponerles una condena de hasta 8 años. Se enfrentan además a cargos por delitos graves como “tráfico de personas”, “fraude”, “pertenencia a organización delictiva” y “blanqueo de dinero”, que de llegar a juicio, podrían suponerles hasta 25 años de cárcel, advirtió.

En su opinión, “las vidas de Seán y Sarah se han detenido y su futuro está en peligro simplemente por mostrar solidaridad y compasión hacia las personas necesitadas”. “Sarah y Seán no deben pagar el precio de la crueldad de Grecia en las fronteras de Europa’”, concluyó Muižnieks.

(SERVIMEDIA)
15 Nov 2021
AGQ/gja