Según informó hoy la Asociación El Defensor del Paciente, la mujer fue intervenida de cáncer de mama en octubre de 2002, teniendo que extirpársele el pecho izquierdo. Posteriormente, el oncólogo que la había tratado la remitió a un cirujano plástico para que valorase el estado del otro seno.

Este médico, añade la asociación, sin que existiera ninguna evidencia científica ni diagnóstica de que dicha mama estuviese afectada de cáncer, decidió extirpársela completamente, sin recabar un documento de consentimiento informado para la operación.

La sentencia incide en la importancia de la información al paciente en la actividad médica y en que, si ésta no existe, se produce una clara lesión de tal derecho, máxime en un caso como éste, donde ante una cirugía tan radical, extrema e irreversible es importante justificar en un documento qué tipo de alto riesgo podía existir que aconsejara extirpar una mama sana.