El acuerdo se ha alcanzado después de la reunión mantenida hoy en la sede del Ministerio entre los sindicatos, la empresa, y representantes de Industria y del Gobierno de Aragón, a la que también asistió el propio Sebastián.

El titular de Industria subrayó que este principio de acuerdo “desbloquea” la situación de la planta aragonesa, aunque todavía tendrá que ser ratificado por los trabajadores”.

Sebastian subrayó que, desde el punto de vista del Gobierno de España y de Aragón, el preacuerdo “es muy satisfactorio”, ya que “cumple con los objetivos que nos habíamos propuesto, que era el de garantizar el futuro a largo plazo”.

El ministro señaló que con el acuerdo el futuro de Figueruelas queda garantizado para los próximos 10 años y permitirá que la planta aragonesa siga siendo “la más importante de Opel en Europa”.

EL 72% DE LA PRODUCCIÓN

El principal cambio que ha llevado a los sindicatos mayoritarios a aprobar este acuerdo, aparte de la reducción de los afectados por despido, es la modificación de las condiciones de producción para el futuro.

Así, las propuestas anteriores suponían que la planta española tuviera el 70% de la producción de la gama pequeña, es decir, del Corsa, Meriva y Combo, y la fábrica alemana de Eisenach el 30% restante. Sin embargo, el nuevo preacuerdo fija que la planta de Figueruelas producirá el 72% del total de la compañía, no sólo de estos modelos.

Para los sindicatos este ha sido un cambio fundamental, ya que garantiza que si la compañía crece en el futuro con el modelo que sea, Figueruelas también lo hará y manteniendo el 72% de la producción total.

Según Sebastián, este aspecto supone que “por cada coche que se haga en Eisenach, se harán casi tres en Figueruelas, y que cuando crezca Eisenach crecerá Figueruelas”.

Por otro lado, el ministro, quien reconoció que “los verdaderos protagonistas de la negociación han sido la empresa y los trabajadores”, apuntó que el Gobierno español negociará con el alemán el reparto de los avales necesarios para la financiación de la compañía.

Este preacuerdo, que CCOO y UGT presentarán a los trabajadores al comienzo de la próxima semana, es el paso previo para la negociación del plan de ahorro que la compañía debe negociar con los sindicatos de toda Europa. Asimismo, los empleados deberán decidir si desconvocan los cuatro días de huelga previstos para las próximas semanas.

Asimismo supone, según apuntó Sebastián, que la producción del modelo Corsa de cinco puertas se quede en Aragón, así como el Meriva y el Combo, mientras que el Corsa de tres puertas irá a Eisenach. Esto permitirá mantener la producción actual de 478.000 vehículos en el largo plazo.

CONFIANZA

Por su parte, el consejero delegado de Magna, Siegfried Wolf, respondió a las palabras de Sebastián en las que éste admitió que en un principio no había confianza mutua entre ambas partes. “No es que no confiáramos, lo que pasaba era que no teníamos la comunicación correcta, la gente se lleva mejor cuando trabajan juntos”, aseguró.

En este sentido, subrayó que el verdadero trabajo “comienza ahora”, ya que la empresa y los trabajadores deberán negociar el futuro plan de ahorro de la compañía. Además, destacó la importancia de que los trabajadores estén “felices y comprometidos” ya que sólo así “pueden hacer productos competitivos”.

En cuanto a la firma de la venta definitiva de Opel Europa a Magna por parte de General Motors, Wolf señaló que “esperamos que sea en los próximos días”, ya que “la compañía está perdiendo dinero cada día que no cerramos el acuerdo”.

Por último, para el consejero de Economía del Gobierno de Aragón, Alberto Larraz, el preacuerdo es “bueno para Aragón” ya que la planta representa el 20% de la industria aragonesa y más del 50% de las exportaciones.