Durante la primera fase de la pandemia de Covid-19, el 46,7% de los profesionales sanitarios españoles sufrieron estrés, el 37% ansiedad, el 27,4% depresión y el 28,9% problemas de sueño, con una mayor incidencia e intensidad de síntomas entre el personal de primera línea y en la categoría de enfermería. Por género y edad, los mayores índices se registraron entre las mujeres y en menores de 36 años.

Ese agotamiento emocional y físico agudo ha mejorado hoy, pero el estrés crónico puede permanecer provocando problemas de salud mental a la larga. Para responder a esta situación, el IER, junto con el Icomem y la Fundación Humanae han lanzado la primera convocatoria de un programa de apoyo psicológico para los profesionales sanitarios que están sufriendo situaciones de fatiga pandémica por la atención a pacientes durante el Covid-19.

El programa, destinado a todos aquellos sanitarios españoles que lo deseen, tiene como finalidad transformar el estrés convirtiéndolo en resiliencia, para lo que ofrece intervención psicológica basada en los conocimientos de neurociencia.

En el acto de presentación, celebrado en el anfiteatro del Icomem, el viceconsejero de Asistencia Sanitaria y Salud Pública de la Comunidad de Madrid, Antonio Zapatero, señaló que “cuando surge un problema, como ha sido la pandemia, la profesión sanitaria en general tenemos como compromiso el estar siempre ahí. Ha habido mucho personal sanitario que se ha contagiado, muchos que han fallecido, pero esa vocación de servicio es inherente al ADN del sanitario”. “No podemos olvidar nunca todo lo que ha hecho la profesión sanitaria porque es verdaderamente digno de admiración”, remarcó Antonio Zapatero.

El viceconsejero, que vivió en primera persona la lucha sanitaria contra el Covid, ya que fue el director del hospital de campaña levantado en el recinto de la Feria de Madrid (Ifema) durante el transcurso de la pandemia, considera que “la apertura del hospital de Ifema fue complicada; fue como crear un Hospital de La Paz de la nada. Llegamos a tener 1.600 camas, también camas de UCIs; llegaron a pasar más de 4.000 pacientes. El inicio de este gran proyecto, lo recuerdo muy bien, fue el día 21 de marzo y en 28 horas teníamos los primeros 50 pacientes”.

Por su parte, la presidenta del IER, Rafaela Santos, manifestó que “es evidente que se ha deteriorado la salud mental de todo el personal sanitario, pero especialmente en los médicos preocupa porque acostumbrados a cuidar de la salud de los demás no prestan atención a la suya propia y fracasan en el punto más importante por no pedir ayuda”.

La doctora destacó que, desde el inicio de la pandemia, se ha triplicado el consumo de psicofármacos entre la población sanitaria, uno de cada 5 profesionales sanitarios ha sufrido depresión, ansiedad o TEPT y más de 100 médicos han fallecido por Covid. Por ello, ha insistido Santos, “la OMS ha recomendado agilizar la creación de equipos profesionales de intervención para la atención individual y colectiva del desarrollo de la resiliencia”.

REPERCUSIÓN DE LA PANDEMIA

Por su parte, el presidente del Icomem Manuel Martínez-Sellés, se refirió a “las enormes repercusiones que ha tenido la pandemia en la salud física y mental de los profesionales sanitarios" y solicitó el apoyo a la iniciativa de crear el Museo Español de la Medicina. Para Martínez-Sellés, este proyecto común del Icomem, del Consejo General de Colegios de Médicos, de la Real Academia Nacional de Medicina de España, de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas y de la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina Españolas “es el mejor homenaje a nuestros compañeros que tanto han luchado en esta pandemia”.

José Antonio Cabranes, coordinador del programa, considera que “la Covid-19 ha generado miedo en las personas y su percepción como estrés-amenaza está provocando numerosas patologías secundarias al estrés”.

El IER quiere ofrecer el programa de manera gratuita a aquellos sanitarios que han sufrido en primera línea el impacto del Covid-19. Para ello, cuenta ya con diversas entidades colaboradoras que apoyan la iniciativa y, de momento, dispone de 45 becas. Este número se irá ampliando a medida que se consigan más empresas colaboradoras. También ha puesto en marcha una campaña de crowdfounding con el hashtag #TodosHacemosFalta para dar visibilidad al problema entre la población y ofrecer la oportunidad a la sociedad de realizar aportaciones de manera particular, a través de la página ‘www.resiliencia-ier.es/programasanitarios’.

INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA

El programa se desarrolla a lo largo de 30 horas durante un mes con metodología ‘live learning’, centrada en la interacción de cada participante con un tutor personal. Se realiza totalmente online, al ritmo que cada sanitario necesite y será impartido por especialistas como el psiconeuroendocrinólogo José Antonio Cabranes, coordinador del programa; la psicóloga experta en inteligencia emocional y resiliencia Noelia Mata, y la propia Rafaela Santos, neuropsiquiatra.

Parte de un estudio para evaluar el nivel de ansiedad, depresión y resiliencia, y consta de cuatro módulos (Neurociencia y Estrés, Autoconocimiento, Gestión de las emociones y Resiliencia) que tienen como objetivos saber que la resiliencia se aprende porque es una capacidad innata que se puede desarrollar a lo largo de la vida y en tiempos de crisis; la importancia del cerebro; incorporar la resiliencia en el marco del desarrollo personal para que cada persona llegue a ser lo que se ha propuesto ser; reforzar la autoconfianza y actitud positiva ante la incertidumbre; mejorar hábitos de vida saludable que aporten el bienestar psicofísico necesario, transformar el estrés en resiliencia; comprender el beneficio de la resiliencia ante la Covid-19 y futuras pandemias, favorecer la práctica de la resiliencia en el ejercicio profesional de los sanitarios, y mejorar la vida personal y profesional para ser más felices.

El programa se inicia este miércoles, 10 de noviembre, y estará abierto durante todo el año 2022. Los sanitarios que lo deseen podrán inscribirse y se irán incorporando al programa.