En un encuentro con periodistas, Sánchez-Lozano explicó que a Iberia le vale cualquier modelo “siempre que se haga bien y sepamos cómo nos va a afectar”.

Pese a ello, se mostró partidario de que los aeropuertos no funcionen en red, para evitar que lo que se gana en los rentables no tenga que destinarse a los que pierden dinero.

Sobre Barajas, dijo que “no funciona lo bien que tiene que funcionar”, por lo que preocupa a Iberia, que quiere que Barajas sea el cuarto "hub" europeo, para lo que está compitiendo con Ámsterdam”, uno de los aeropuertos que mejor funciona, según Sánchez-Lozano.

De hecho, en su plan director Iberia aspira a que la puntualidad del aeropuerto madrileño alcance el 85% en 2015 y que los tiempos de conexión se reduzcan un 20%.

Según Iberia, de conseguir esos objetivos, podría mejorar en más de 100 millones de euros sus resultados, tanto por la reducción de las ineficiencias como por los beneficios en la demanda que se obtienen de operar en un “hub” que funciona bien.

Por ello, Sánchez-Lozano añadió que “tenemos mucho interés en que Aena decida el modelo aeroportuario del país”, ya que Iberia tendrá que trabajar con el gestor para mejorar la operativa de Barajas.

Sobre las razones de la ineficiencia actual de Barajas, se refirió a los problemas con los controladores, que según su punto de vista han mejorado en los últimos meses, y a los generados por sus pilotos.