Así consta en el XII Informe 'El Estado de la Pobreza. Seguimiento de los indicadores de la Agenda 2030 UE 2015 – 2021', publicado por la Red Europea de lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social -EAPN España-, en el marco de la conmemoración, este lunes, del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, según informó la EAPN Madrid en un comunicado.

Tras puntualizar que, según el contenido del informe, la tasa de pobreza se reduce “en términos generales” en todo el territorio español pero aumenta el porcentaje de personas con pobreza severa, la entidad subrayó que en Madrid la tasa de pobreza severa, porcentaje de personas que viven en hogares con un ingreso máximo de 530 euros mensuales por unidad de consumo, es del 7,3%, casi tres puntos menos que el nacional, y afecta a unas 496.000 personas.

La región es también la tercera con mayor índice de desigualdad, sólo por detrás de Canarias y Andalucía, y la cuarta que acumula más personas en la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social Arope, tras Andalucía, Cataluña y Valencia, que, juntas, acumulan ocho de los 13 millones de personas (60,8%) que están en riesgo de pobreza o exclusión en todo el territorio nacional.

Con todo, para la red uno de los datos “más preocupantes” que revela el informe es que el 13,4% de la población madrileña tiene gastos de vivienda superiores al 40% de su renta disponible, si bien entre las personas pobres la cifra alcanza al 58,8%, veinte puntos por encima de la media nacional.

Además, el 9% de los residentes en la Comunidad de Madrid habitan en una vivienda con “falta” de espacio, cifra que se eleva al 21,7% en el caso de las personas pobres.

Por grupos de edad, para las personas más jóvenes la tasa actual es del 24,6%; la de las personas entre 18 y 64 años se sitúa en el 22,3%; y la de las personas de 65 o más años es del 15,6%.

A la luz de estos datos, la presidenta de EAPN Madrid, Elena Gil, incidió en la importancia de “contar con medidas estructurales que eviten que más personas se sumen a las estadísticas de población en situación de pobreza” de la Comunidad de Madrid.

“La desigualdad es una enfermedad que debemos curar consiguiendo que los recursos de la región lleguen a todas las personas en igualdad de condiciones”, añadió, convencida de que la coordinación entre administraciones públicas y actores sociales “es clave" para "asegurar la rentabilidad máxima de la inversión social, la identificación prematura de situaciones de vulnerabilidad que eviten su cronificación y agravamiento y el desarrollo de recursos y apoyos necesarios adaptados a la realidad de las personas”.

En paralelo, Gil sostuvo que “ahora más que nunca" es preciso contar con "alternativas" que "permitan" a las personas que se encuentran "en los márgenes" de la exclusión social "recuperar sus vidas y resarcir sus derechos”.