La reunión, que se prolongó por espacio de dos horas, ha servido para que los partidos integrados en el Grupo Mixto le expliquen directamente las dificultades que tienen para desempeñar su tarea parlamentaria.

Según explicó el portavoz del BNG, Francisco Jorquera, tras la reunión, el presidente del Congreso se ha mostrado "muy flexible y muy dialogante" y se ha comprometido a "estudiar" las posibles soluciones al problema.

Jorquera insistió en que las dificultades no se derivan de "problemas internos" entre las distintas formaciones, sino de la situación que se ha generado por la integración en el Grupo Mixto de un partido, Amaiur, que tiene más diputados que algunos que sí cuentan con grupo parlamenterio propio, como el PNV o UpyD.

El Grupo Mixto pide en bloque un fórmula que les pemita un funcionamiento más ágil y la garantía de tener "visibilidad" en los grandes debates parlamentarios, lo que significaría que sus ocho portavoces pudieran intervenir.

Esa regla se aplicaría en debates como el de investidura, el del estado de la nación, las comparecencias del presidente del Gobierno o el debate de proyectos de ley o decretos-ley que afecten al interés general, como ocurrió ayer con el decreto de medidas económicas.

En el resto de debates se acordaría la intervención de dos o tres portavoces que, de manera rotatoria, asumirían la defensa de las posiciones del Grupo Mixto.

Sin especificar las fórmulas que se podrían articular para mejorar la situación del Mixto, Posada se ha comprometido a "estudiar" todas las posibilidades de solución, porque comprende las dificultades, según explicó Jorquera.