Lo dijo durante su participación en el ‘Encuentro Frontera Sur’ en Las Palmas de Gran Canaria, a cuyo inicio saludó a los “españoles de Canarias”, a quienes transmitió que para él es una “obligación” acompañarlos, “porque lo estáis pasando mucho peor que en otros lugares de la patria”.

Esto le sirvió para denunciar que las “élites globalistas han rendido las fronteras de España, esta frontera sur, la frontera entre la libertad y la barbarie que es Canarias” y “han abandonado a los canarios”, “poniendo en riesgo a vuestros mayores, a vuestras mujeres, a vuestros hijos, a todos aquellos que salen a la calle más preocupados, con más miedo y con menos libertad que la que tenían hace tiempo”.

Esas “élites globalistas”, continuó Abascal, “quieren convertir a Canarias en la T1 del tráfico ilegal de seres humanos”, en el “gran intercambiador de la inmigración ilegal en Europa”, ante lo cual, desde su punto de vista, hay que “decir basta”.

Subrayó que quienes entran al país por Canarias son “aspirantes a terroristas”, los “menas que han sembrado la inseguridad en España, de norte a sur”, las “bandas de la delincuencia de la ocupación de los narcopisos”. En definitiva, “miles de personas con una cultura inaceptable con nuestra democracia, con nuestra libertad, con los homosexuales y con las mujeres”.

Aclaró que esas élites no están en “oscuros despachos” ni en “remotos países”, sino “entre nosotros” gracias a la “inestimable” colaboración de los partidos políticos; del “apoyo entusiasta” de “la patronal traidora, que con el ánimo de bajar los sueldos, dice que vengan cuantos más mejor”; de los sindicatos, que “quieren más clientes para sus chiringuitos”; de los “pijos progres”, que “viven en barrios acomodados sin tener problemas para llegar a fin de meses ni sufrir la inseguridad”; y del “soporte insoportable” de los medios de comunicación, que son el “altavoz de cualquier drama en el mar y el silenciador de crímenes”.

Afirmó que ante el “consenso globalista” -que abarca “desde el PP hasta Podemos, desde Garamendi hasta los sindicatos, desde Ana Botín hasta quienes se hacen llamar ‘antifas’”- se encuentra el “consenso del pueblo español, que piensa que hay que acabar con la inmigración ilegal”.

Tras esta diatriba contra la inmigración, quiso “dar la bienvenida” a “los inmigrantes de países hermanos que huyen de regímenes comunistas y que, respetando nuestras leyes y nuestra cultura, han ayudado y ayudan a levantar Canarias y España”.

Luego de lamentar lo sucedido anoche en el aeropuerto de Palma de Mallorca, reiteró las tradicionales propuestas de Vox en materia migratoria: “endurecer los requisitos para acceder a la nacionalidad española, un tesoro que no estamos dispuestos a regalar”; retirársela a quienes luego de obtenerla “se han dedicado al crimen”; “clausurar los centros de menas”, a los que calificó de “centros de llamada” y de “hoteles con cama, comida, educación y paga, como la que no podéis dar a vuestros hijos”; el “cierre de las mezquitas fundamentalistas”; la salida del “islamismo del currículum educativo”; y la imposición de “sanciones a Marruecos” por “chantajear a España y a Europa alentando las invasiones de fronteras”.

Por último, y tras considerar “inaceptable” que los afectados por la erupción del volcán de La Palma estén acogidos en “pabellones” frente a “15.000 ilegales que viven en hoteles”, rechazó que los inmigrantes vengan a España a “pagar las pensiones”, las cuales “podemos pagar nosotros si racionalizamos el Estado, si acabamos con el invierno demográfico”.