Con la llegada de la primera ola de frío del invierno, se intensifica el uso de las calderas y de otros sistemas de calefacción en los hogares y es fundamental, según subrayan los expertos, realizar un mantenimiento para evitar averías y gastos extra que puedan dejar la vivienda sin calefacción en mitad del invierno.

En este sentido, un estudio realizado por HomeServe revela que hasta el 30% de los usuarios reconoce que su caldera le ha fallado en plena ola de frío. Además, las calefacciones de las viviendas suelen estar encendidas entre los meses de noviembre y marzo, siendo más habitual en diciembre y enero. En el mes de marzo, sin embargo, solo continúa encendida en el 62,98% de los hogares.

“Una revisión periódica realizada por profesionales expertos y autorizados nos dará tranquilidad en los meses más duros del invierno y evitará que tengamos que desembolsar en torno a 250 euros si se produce una avería importante en nuestra caldera”, afirman los expertos.

Al mismo tiempo recuerdan que, entre los problemas más comunes en las calderas, se encuentran la obstrucción de salidas de humos, la bajada de presión, el bloqueo en la bomba de recirculación, la rotura de la válvula de seguridad o problemas con la sonda de la temperatura.

En esta línea, cabe destacar que, según los datos de la última encuesta realizada por la plataforma digital para la mejora del hogar habitissimo, la caldera es el sistema de calefacción con mayor penetración en las viviendas de los españoles, presente en un 60% los hogares, 43 puntos por encima de la bomba de calor, el siguiente favorito en la tabla, elegido por el 15,92% de los usuarios. Por detrás se sitúan la chimenea, con el 11,76% y los emisores térmicos con el 9,69%. A la cola de las alternativas, los acumuladores de calor, que representan el 3,11% de los sistemas de calefacción.

REDUCIR EL GASTO EN CALEFACCIÓN

Además de realizar un mantenimiento periódico, los expertos comparten una serie de consejos para reducir el gasto en calefacción y conseguir una mejor eficiencia energética. “Una buena opción sería 19 grados cuando no hay nadie dentro de la vivienda y 22 cuando nos encontramos en casa”, indican.

Así, recomiendan establecer una temperatura estable, que nos permita mantener caldeada la vivienda y regularla en función de si estamos o no en casa. En este sentido, el 55,02% de los encuestados afirma mantener la temperatura de la calefacción de sus viviendas entre 21 y 22 grados; mientras que el 20,42% dice que la regula entre 19 y 20; el 19,03%, entre 23 y 24; el 4,50%, entre 25 y 26 y; por último, el 1,04%, a más de 27 grados.

Por ello, además del mantenimiento, es fundamental purgar los radiadores antes de encenderlos, “pues si se acumula el aire su eficiencia será menor y el calor no se distribuirá igual por todo el sistema. En el caso de que nuestra vivienda sea antigua, habrá que comprobar la eficiencia de los aparatos y, si no cumplen los requerimientos ni las medidas de seguridad necesarias, sustituirlos por unos nuevos y más sostenibles”, añaden.

“Con un correcto y periódico mantenimiento y estos pequeños hábitos, conseguiremos que nuestro sistema de calefacción sea más eficiente y, en última instancia, más respetuoso con el medio y también con nuestro bolsillo”, concluyen.