El jurado de esta octava edición ha distinguido a Fundación ONCE por ser una institución “fuertemente comprometida desde el año 1988 con la integración sociolaboral de personas con discapacidad” mediante “programas de formación y empleo, y la accesibilidad universal”.

Estos aspectos son los que, en opinión del jurado, contribuyen a “mejorar la calidad de vida de estas personas, promoviendo la creación de entornos, productos y servicios globalmente accesibles”.

En nombre de la Fundación ONCE, recogió el galardón su vicepresidente 1º ejecutivo, Alberto Durán, quien destcaó que el empleo es una de las herramientas más importantes para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad porque “nada dignifica más a la persona que tener un trabajo pero esto significa, aún más, para las personas con discapacidad porque les aporta mayor autoestima y verse como un ciudadano en igualdad de condiciones que el resto”.

Asimismo, el vicepresidente 1º ejecutivo de Fundación ONCE aseguró que, de esta manera “construimos una sociedad mejor, más moderna y más democrática”.

Por otra parte, el Premio Institucional recayó en el ex-vicepresidente del gobierno de España, Alfonso Guerra; el Premio Honorífico en el presidente de Confesal, Miguel Millana Sansaturio, y el Premio Empresa fue para el Grupo Valrisco.

Por último, durante su intervención, Celestino Corbacho apuntó que todos los premiados lo han sido “por méritos propios, por su esfuerzo e impulso para hacer de nuestra sociedad, una sociedad más justa y solidaria”.