Urdangarin estará ahora a unos cien metros de la Familia Real, al lado de una pared. Con la mudanza, el marido de la infanta Cristina ha "perdido" el chaqué que lucía en su anterior posición y ahora se muestra de "sport". "Le hemos vestido de calle, con unos pantalones de pana, un jersey de 'ochos', camisa y zapatos", explicaron desde el museo.

El traslado también se ha aprovechado para hacerle un "F5" al rostro de Urdangarin. "Le hemos maquillado y le hemos actualizado poniéndole el mechón blanco que ahora puede vérsele al duque", afirmó el portavoz.

Con el eco que ha tenido en los medios el exilio de Urdangarin, el Museo de Cera ha recibido este fin de semana "más visitas de las habituales" y esperan notar ese aumento a lo largo de estas navidades en comparación con años precedentes.