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Patxi López critica el "silencio clamoroso" de la izquierda europea ante los ataques especulativos a España

MADRID
SERVIMEDIA

El lehendakari del Gobierno vasco, Patxi López, denunció este sábado "el silencio clamoroso de la socialdemocracia europea" ante los ataques de los especuladores a países como España, Grecia y Portugal.

Lo hizo ante el Comité Nacional del PSE, donde reconoció los "muy malos resultados" obtenidos por este partido en las pasadas eleciones generales, que atribuyó a factores como la crisis y su gestión, la desafección de la izquierda en toda Europa, la irrupción de Amaiur y la polarización nacionalista, la evidencia de la victoria del PSE y "algunos otros errores" que han alejado a parte del electorado socialista.

Sin embargo, reafirmó la necesidad de mantener la unidad y "defender al partido", al que definió como "la casa común de las izquierdas", corrigiendo el que en los últimos años haya "primado la gestión" sobre la defensa de los ideales progresistas, que es el "sentido más profundo de la política". También sugirió "aglutinar, con formas organizativas diferentes", a otros colectivos de izquierda.

López cree que la socialdemocracia europea debe articular un proyecto compartido y una "respuesta global" para hacer frente a una iniciativa que hoy depende de dos líderes conservadores como Angela Merkel y Nicolas Sarkozy, que "piensan sólo en sus estados y en cómo ganar las elecciones", perpetuando el que la economía siga gobernando a la política.

A nivel estatal, propuso una oposición que no apoye cualquier cosa que proponga el Gobierno del PP, marcando "líneas rojas" para no difuminarse "absolutamente", pero tampoco combata todas sus iniciativas.

REIVINDICACIÓN DE SU GOBIERNO

Por su parte, como lehendakari reivindicó el haber mantenido la economía y los servicios sociales durante la crisis, tras una caída más acentuada porcentualmente que la española entre abril de 2008 y abril de 2009, hasta lograr que Euskadi sea hoy la única comunidad autónoma solvente.

Pero, por encima de todo, reivindicó haber derrotado a ETA, algo que nadie imaginaba que podría ocurrir cuando los socialistas llegaron a Ajuria Enea. Para este logro defendió tanto la política de firmeza democrática, tolerancia cero a los terroristas y afines y la Ley de Partidos como la "necesidad del diálogo", el proceso de paz y el intento de integrar en el sistema a los abertzales.

Por todo ello, insistió en que no adelantará las elecciones pese a las "urgencias partidistas" de quienes "tienen prisa por volver al Gobierno a cualquier precio", porque, con el PNV o Amaiur, el País Vasco volverá a "los planteamientos de comunidad nacionalista por un lado y el resto de la gente por otro", y a "perder enormes energías en debates identitarios" que sólo conducen "a la frustración y el enfrentamiento entre la gente".

Sobre esta base, esbozó su programa para los próximos años, que incluirá un plan para el empleo para no dejar su creación al albur de la economía y otro por una fiscalidad más justa que redistribuya la renta y persiga un fraude fiscal que calcula de un montante equivalente a lo que cuesta mantener la educación.

Para recuperar la convivencia tras el fin de ETA, retomó su ya conocido decálogo, dentro del cual reiteró su apuesta por "una política penitenciaria más flexible" y por "la legalización de todas las formaciones políticas que acepten el sistema democrático".

(SERVIMEDIA)
17 Dic 2011
KRT/lmb