La propuesta se planteó en la inauguración de la I Cumbre de Internacionalización, organizada por estas tres entidades, representativas del 20% del PIB español, y que contó con la asistencia de más de 500 empresas y con la de la secretaria de Estado de Comercio, Silvia Iranzo.

Se trata de un foro que, según el presidente de las Cámaras de Comercio, Javier Gómez Navarro, no se repetirá si "no se obtienen unos resultados mínimos" de ella, es decir, si no "merece la pena".

En este sentido, confió en que fruto de esta jornada se obtengan conclusiones y propuestas para impulsar la internacionalización de la empresa española.

El presidente de la Asociación de Marcas Renombradas Españolas, José Luis Bonet, incidió en su intervención en que "no sólo es importante impulsar industrias o sectores en España, sino que es fundamental apostar por crear o controlar marcas con implantación internacional. No se trata sólo de vender más o de vender algo distinto, sino sobre todo de vender mejor", para mejorar la imagen de España en el mundo.

Asimismo, llamó la atención sobre el papel "clave" que han de jugar tanto el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio (a través del Instituto Español de Comercio Exterior, Cofides y la Oficina Española de Patentes y Marcas) como el de Asuntos Exteriores y Cooperación (a través de la red de embajadas) para impulsar la competitividad y la internacionalización de las empresas españolas.

Un argumento en el que coincidió con el presidente del Club de Exportadores e Inversores Españoles, Balbino Prieto, que afirmó que "nuestras empresas necesitan sentirse apoyadas por el Gobierno en su proceso de internacionalización". Sostuvo, además, que "la única solución viable que permitirá aliviar los efectos de la crisis y redirigir la economía a la senda del crecimiento", con creación de empleo, "pasa por incrementar el nivel de internacionalización".

Por otro lado, Prieto comentó que la actual crisis "se produce en un momento en el que la panoplia española de instrumentos de política económica se encuentra extraordinariamente limitada, como consecuencia de la cesión de parcelas de soberanía a instituciones multilaterales. En este contexto, los planteamientos de política macroeconómica pierden gran parte de su viabilidad y, por el contrario, lo ganan los planteamientos microeconómicos y de política industrial".

La secretaria de Estado de Comercio, Silvia Iranzo, auguró en su ponencia que, al cierre del año, la cuota de mercado de España en el comercio mundial se mantendrá estable o, incluso, podría aumentar, rondando el 1,83% (un nivel parecido al del año 2004).

Además, calculó que al término de 2009 la aportación del sector exterior al PIB se situará en el entorno del 2,3%.

También citó, como elemento positivo, la moderación del ritmo de caída interanual de las exportaciones y la recuperación progresiva del mercado mundial, que será básico para la recuperación económica.

No obstante, incidió en que 2010 será un año de "austeridad" en el que habrá que redefinir las prioridades del Ejecutivo. "Continuaremos utilizando todos los instrumentos a nuestro alcance para apoyar al sector exterior", dijo.

En este sentido, mencionó que el Gobierno ha puesto en marcha una iniciativa que busca agilizar el proceso de obtención de visados para extranjeros vinculados a los negocios y la internacionalización empresarial. Se trata de un mecanismo que está en fase piloto y que se está desarrollando con cinco países, en colaboración con el Ministerio de Asuntos Exteriores.

Según datos de las tres entidades que organizan la cumbre, el porcentaje de empresas españolas internacionalizadas es del 1%, frente al 3% de media de la Unión Europea. Además, cerca del 60% de la facturación de las compañías españolas sigue dependiendo del mercado doméstico.

España cuenta con cerca de 150 marcas con potencial para "actuar como embajadoras de la imagen de los productos y servicios españoles", por lo que, según defendieron estas tres organizaciones, "España necesita marcas globales para poder competir".