Con ese objetivo, dará a conocer “qué es, para qué sirve y cuáles son las ventajas de su uso” en productos envasados, sin “menospreciar” los frescos no procesados que siguen siendo, “mayoritariamente”, los alimentos “de elección” para llevar una dieta saludable.

Así lo precisaron a Servimedia fuentes de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), organismo autónomo adscrito al departamento de Alberto Garzón, después de que el secretario general de Consumo y Juego, Rafael Escudero, anunciase su puesta en marcha “en los próximos días” durante una comparecencia esta semana en la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso de los Diputados, si bien dichas fuentes no pudieron avanzar la fecha exacta del lanzamiento.

No obstante, recordaron que NutriScore es un modelo de etiquetado “ya presente” en los lineales de los supermercados españoles y reiteraron que el objeto de esta iniciativa es “dotar de herramientas al consumidor para que pueda beneficiarse de él, huyendo de desinformaciones que se han diseminado hasta la fecha” en torno al mismo, por lo que la campaña de Consumo irá acompañada de información técnica en la web de la Aesan.

Preguntado por dicho etiquetado, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, defendió este viernes que el etiquetado “ya funciona” y “facilita, simplifica y ayuda” a adoptar “decisiones que hagan nuestra cesta de consumo un poco más sana”.

Todo ello, a través de una especie de “semáforo” de colores que permite “saber si un producto es más o menos sano desde el punto de vista nutricional” y teniendo en cuenta que el consumidor, cuando acude a un establecimiento, “no tiene tiempo, muchas veces, y no estudia los ingredientes que hay en la información nutricional”.

FUNCIONA

“El etiquetado te lo simplifica y por eso funciona y está demostrado que funciona”, sentenció, al tiempo que subrayó que su gabinete no puede “obligar” a implantar un sistema de este tipo, por lo que tildó de “error” la idea de que el Ministerio de Consumo “quiere aprobar el NutriScore”.

“Nosotros no podemos ni obligar a las empresas a que lo pongan, ni obligar a que no lo pongan, porque esa obligación va a corresponder a la Unión Europea, que lo hará y nosotros somos partidarios de que lo haga y que sea obligatorio”, espetó, para, a continuación, instar a “regularlo” para que aquellas empresas que decidan implementarlo “lo pongan bien y no lo usen de manera errónea”, consciente de que, en la actualidad, hay marcas que lo aplican cuando sus productos “son buenos, pero no cuando su producto da una mala cifra”.

“Si lo regulamos, esas empresas que, voluntariamente, lo quieren poner, lo pondrían en toda la línea de producto”, explicó, asegurando que su propuesta “no tiene más”, dado que se trata de un etiquetado que tiene carácter voluntario en tanto la Unión Europea no acuerde su implantación obligatoria en todo el continente, algo que podría suceder en 2022, según Garzón “si la cosa va bien”.

A este respecto, la Comisión de Sanidad y Consumo del Senado aprobó esta semana, a instancias del PP y con el acuerdo del PSOE, por 28 votos a favor y una abstención, una moción del Grupo Parlamentario Popular instando al Gobierno a detener la implantación de NutriScore como procedimiento de etiquetado nutricional hasta que se articule un sistema europeo “armonizado” con el objetivo de evitar “las incertidumbres a las empresas del sector alimentario y la confusión a los consumidores”.

En concreto, el texto instaba al Ejecutivo a impulsar ante la Comisión Europea la adopción de un sistema armonizado que “ponga en valor” los alimentos que componen la dieta mediterránea, “protegiendo" a las denominaciones de origen y a las indicaciones geográficas protegidas y, por tanto, “no adoptando ni regulando ningún sistema de etiquetado obligatorio a nivel nacional hasta que dicho sistema sea implantado”.