Por ello, esa organización hizo un llamamiento urgente a la comunidad internacional, a fin de conseguir los 49,17 millones de euros (65,7 millones de dólares) que la organización “necesita” para empezar a trabajar.

Según su oficina en África occidental y central, el mayor número de casos de niños menores de cinco años con desnutrición grave y aguda se dará en Níger, con unos 330.600 casos detectados hasta el momento y la mitad de sus pueblos en emergencia por hambre.

Otros países y regiones donde se espera que la infancia necesite una atención especial son Chad, el norte de Nigeria, el norte de Camerún, Burkina Faso, Malí, Mauritania y el norte de Senegal, agregó.

El director regional de Unicef, David Gressly, destacó que “no estamos alertando a la ligera”, pues “la magnitud de este problema exige una respuesta adecuada que debe comenzar ahora mismo".

"Se puede evitar la tragedia si realizamos un esfuerzo sin precedentes en la región del Sahel”, señaló el responsable de Unicef, que ya distribuye alimento terapéutico y suministros para una importante intervención contra la desnutrición en la zona.

Esto implica asegurarse de que los profesionales están en el terreno con los suministros adecuados y que se hace lo suficiente para contener la amenaza de enfermedades entre la población, concluyó.