Así lo indicó durante su comparecencia en la Comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados con motivo de la tramitación del proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2022.

En su intervención, Cuerpo Caballero destacó que “la tendencia decreciente del coste de la deuda es una de las señales clave de su sostenibilidad”, indicando que la carga financiera de la deuda pública española “está sujeta a una fuerte inercia a la baja incluso ante un escenario de incremento de tipos en los próximos años”.

“Esperamos que la carga siga reduciéndose mientras el coste de las nuevas emisiones siga siendo inferior al coste promedio de la deuda que va venciendo cada uno de los años”, afirmó el secretario general del Tesoro, para añadir a continuación que “mientras tengamos necesidades de emisión nuevas en las que el coste promedio está por debajo de cero, en negativo, y muy por debajo del coste medio de la cartera, seguiremos teniendo un coste medio descendente en el coste medio de la deuda”.

Así, subrayó que actualmente la carga financiera está en un mínimo histórico del 1,63% y que “se espera que continúe bajando incluso si los costes de emisión comienzan a aumentar en los próximos años”. Por ello, declaró que “suelo decir a inversores y periodistas que el Tesoro está preparado para la normalización de la política monetaria por parte del BCE”.

Como ejemplo, Cuerpo Caballero resaltó que “a finales de enero de 2022 nos vencen cerca de 23.000 millones de euros en una Obligación a 10 años emitida en 2011 con un cupón del 5,85%, para que nos demos cuenta de la gran inercia que va a tener esta carga financiera a medio plazo y la tranquilidad que esto supone con el nivel de tipos que tenemos actualmente”.

De esta forma, aseguró que, pese al incremento al alto nivel de deuda pública, que pasó del 95,5% del PIB a cierre de 2019 al 120% en 2020 debido a la crisis del Covid-19, ésta es sostenible gracias a la “tendencia claramente decreciente” de la carga financiera incluso pese a tener un mayor volumen de deuda en circulación, gracias a los tipos bajos de interés actuales y de los últimos años.

Asimismo, señaló que otros indicadores que demuestran la sostenibilidad de la deuda pública son la medición de la carga financiera respecto al PIB y respecto a los ingresos. Así, en términos de PIB “está en torno al 2%”, lo que “permite en el medio y largo plazo una senda estable y sostenible”, mientras que “en términos de ingresos la tendencia es aún más positiva”, pasando de ser de un 8,9% en 2013 a un 5,4% actualmente.