El ayuntamiento de la localidad espera que más de 200.000 rocieros se den cita en la aldea para dar gracias a la Virgen por haber salvado al pueblo del saqueo de las tropas napoleónicas. La tradición cuenta además que, en plena dominación francesa, un ejército galo se dirigía a Ayamonte, pero gracias a la "Blanca Paloa", recibieron otra orden para partir hacia otro destino.

La fiesta que se celebra este fin de semana tiene mayor espíritu religioso que la popular romería de mayo, cuando más de un millón de personas se concentrar en la aldea marismeña para venerar a la 'Blanca Paloma'.

Los que se acerquen ahora al Rocío podrán contemplar el nuevo manto que luce la Virgen, estrenado después de la última romería de mayo. Se trata de un adorno del diseñador Manuel Carrasco por un encargo realizado hace diez años d la Hermandad de Almonte. El manto fue donado por un matrimonio anónimo.

Las visitas al templo, junto con el paso hacia las playas de Matalascañas, hará que miles de vehículos circulen por las carreteras de la comarca. El subsector de Tráfico de la Guardia Civil prevé aglomeraciones en la carretera H-612, que une la autopista A-49 con la conocida playa onubense.