Con el fin de que la distribución de la Comunión no se prolongue más de 10 minutos, unos 1.300 sacerdotes se encargarán de esta labor, para lo que la organización ha encargado 1.000 copones.

El mayor problema que encuentran los organizadores para este momento de la Eucaristía es que los fieles localicen los 1.000 puntos en donde se encontrarán los sacerdotes, para lo qe se ha dispuesto un número similar de voluntarios provistos de una sombrilla con los colores vaticanos (blanco y amarillo).

A la hora de dar la Comunión, algunos sacerdotes se desplazarán a pie hasta las zonas más próximas al altar, mientras que otros llegarán a los lugares más alejados en 27 microbuses.

También se ha previsto la recogida y reserva de las formas consagradas que no se consuman en esta Eucaristía. Cinco capillas móviles dispuestas en furgonetas y en los propios microbuses que trasadarán a los sacerdotes servirán para recogerlas y trasladarlas a los sagrarios de 19 iglesias próximas.

Por otro lado, a esta celebración está previsto que asistan unos 150 enfermos, de los que la mayoría son minusválidos y tetrapléjicos, aunque 30 son afectados de sida, informaron las mismas fuentes.