La exposición recogía los medios que faorecen la tolerancia, el respeto y las actitudes positivas de convivencia, al tiempo que ofrecía información sobre el Año Europeo contra el Racismo.

Del total de visitantes, 3.000 firmaron su adhesión a la declaración catalana "Europa contra el racismo, Cataluña contra el racismo" y 2.000 dejaron sus sugerencias en el buzón "Ideas contra el racismo".

Las mismas fuentes explicaron que jóvenes, adultos y niños coinciden en que más que racismo hay que hablar de clasismo y de discriminación por cuestones de dinero.

Asimismo, jóvenes y adultos están de acuerdo en que la escuela es la vía óptima para despertar la sensibilidad de los niños en favor del respeto y la tolerancia, con la enseñanza de las diferentes culturas. Además, adolescentes y niños coinciden en que para combatir el racismo hay que ponerse en la piel del otro.

Por edades, los adultos apuntan a que todos somos iguales, pero lo que nos distinguen son las diferencias de oportunidades. Las personas mayores proponen que las escuelasdeberían impartir una asignatura sobre la distintas culturas y que los inmigrantes tengan derecho al voto.

Por su parte, los jóvenes piden un cambio legislativo, al manifestarse en contra de la Ley de Extranjería de 1985. También sugieren la supresión de fronteras políticas con la eliminación de pasaportes.

Los adolescentes opinan que percibimos al inmigrante como pobre, que el racismo es consecuencia de falta de cultura y que no se elige una raza al nacer. Proponen la libre circulación de persons de todas las etnias y "eliminar" a los de 'cabezas rapadas' por sus manifiestas expresiones contra los inmigrantes.

Finalmente, los niños dicen que las personas son hipócritas, porque dicen que no son racista racista hasta que alguien de su familia se casa con una persona de otro color. Sugieren que todos nos pintemos de verde y así todos seríamos iguales.