El comisario responsable de Personal, el finlandés Erkki Liikanen, aseguró hoy que "en cuanto sea posible" se organizarán nuevas pruebas.

Las aproximadamente 30.000 personas que realizaron el examen en los 38 centros europeos habilitados se verán, por tanto, obligados a repetirlo. Muchos de ellos ya han presentado quejas ante el Ejecutivo europeo por los fallos de organización.

Los fallos se produjeron, básicamente, en trs puntos: Bruselas, Milán y Roma. En la capital belga, los opositores pudieron salir de la sala de exámenes y tuvieron "la posibilidad de utilizar un teléfono móvil". En Milán, los aspirantes a funcionario fueron convocados en una dirección errónea y en Roma, el concurso fue interrumpido por falta de formularios. También hay sospechas de que algún funcionario filtró preguntas.

"Va a ser necesario investigar entre todas las personas que tenido acceso a las preguntas en italiano para identificar a los rsponsables", destacó Martine Reicherts, portavoz del presidente de la Comisión, Jacques Santer.