López Aguilar subrayó en los pasillos del Congreso de los Diputados el éxito de la protesta contra "las medidas antisociales, regresivas e injustas promovidas por un Gobierno emborrachado de poder y de soberbia, cada vez más insensible a los mensajes que le llegan desde la sociedad".

Recordó, frente a las acusaciones del PP, que los parlamentarios socialistas están ejerciendo sus obligaciones en el Congreso y en el Senado, y además ingresarán su salario de hoy en el fondo creado por elpartido para sufragar los gastos de seguridad de sus cargos públicos en Euskadi.

El dirigente socialista aseguró que la protesta se percibe en todas las comunidades autónomas y en la suya, Canarias, "la parálisis de la vida cotidiana es sensible".

En su opinión, provoca "perplejidad, si no indignación, ver un día tras otro a los ministros en batería inundando todos los medios de comunicación a su alcance, que no son pocos, saturando y manipulando masivamente en los públicos para cumplir exactamene lo contrario de lo que debe hacer un gobierno democrático en una sociedad pluralista".

"El colmo de los recolmos" es, desde su punto de vista, los datos ofrecidos por el Gobierno sobre el desarrollo de la huelga, que demuestran "que ha perdido el sentido de la realidad".

El mensaje del Ejecutivo es, según el dirigente socialista, "españolitos, estáis de enhorabuena. Tenéis un Gobierno presidido por el más grande gobernante que dieran los tiempos, al que no le tiembla nunca el pulso en su mano frme para perseguir sin descanso, desde la lucecita de La Moncloa, el bien común de los españoles. Sólo los resentidos y los ciegos, el PSOE, se niegan a ver lo evidente, que en España todo va bien".

"Nosotros tenemos otra versión de la historia, y la mala noticia para el Gobierno de que existimos, como también los parados, los trabajadores del campo andaluz y extremeño, los pensionistas, los prejubilados mayores de 52 años, los fijos discontinuos, los estudiantes, los rectores...", y todos ellos, añadó, tienen derecho a disentir sin ser criminalizados por la "propaganda insultante" del Ejecutivo.

"Para desgracia de este Gobierno prepotente y de Pío Cabanillas, ministro de desinformación del régimen, resulta que no sólo los socialistas existimos, sino también millones de personas que hoy están parando su actividad ordinaria para lanzar una protesta contundente que el Gobierno no puede ignorar, porque les pasara factura en las próximas elecciones de 2003 y 2004", concluyó.