A juicio de González Pons, "eso es una utilización improcedente y fuera de lugar de los instrumentos parlamentarios y supone convertir el Parlamento en una asamblea de facultad y rebajar la dignidad de la representación que se ostenta".

En los asillos de la Cámara Alta, el portavoz popular consideró que es un "espectáculo poco digno" que, durante el debate sobre la ley de Internet, "en lugar de hablar de sociedad de la información, los portavoces del PSOE se están dedicando a hablar de la incidencia y los efectos de la huelga".

González Pons confesó que esperaba que la huelga tuviese un efecto mayor y se mostró sorprendido "al ver que la normalidad es absoluta y que la participación en la huelga está siendo infinitamente menor que en otras uelgas contra el Gobierno del PSOE".

El dirigente popular dijo que detecta "inquietud" entre los socialistas porque su líder, José Luis Rodríguez Zapatero, ligó su suerte política al resultado de la huelga y ahora "queda en entredicho y puede resultar inexplicable su posición ante una huelga que no ha salido como merecería el esfuerzo importantísimo que el Partido Socialista hizo para calentarla".