A su slida de la celebración en el Congreso del 25 aniversario de las primeras elecciones democráticas, aseguró que, pese a haber razones para la convocatoria de huelga, y "aunque me van a interpretar seguramente mal, yo he sido presidente del Gobierno y no me gusta el día".

González entiende que las huelgas generales siempre están motivadas por "un cúmulo de razones" y no sólo por una. Recordó que, en 1988, había "una irritacion sindical" muy importante, "en especial de UGT, que se entiende mal desde una prspectiva distante".

Explicó que una de esas razones "mal asimiladas" por los sindicatos, que motivaron la convocatoria de 1988 era que el Gobierno "no gobernaba para los sindicatos, aunque fuera socialista, sino que gobernaba para la sociedad".

El ex presidente consideró que hay "un trasfondo" en esta convocatoria que "se asemeja" al que motivó la de hace 14 años. Ha habido una época de bonanza económica con "una fuerte resdistribución inversa de la renta" y, en su opinión, el decreto del Gobiero "ahonda en esa redistribución negativa de la renta".

A su juicio, cuando la economía va bien los ciudadanos reclaman mayor redistribución de la renta y en sus años de gobierno, dijo, "se redistribuyó más que en ninguna otra época de la historia de España, pero no se consideró suficiente, y puede que tuvieran razón".

Sin embargo, "ahora la redistribución es negativa. Da la impresión de se dijera 'modere sus aspiraciones, para poder competir con salarios bajos durante el período de crecimiento, qe ya llegará su hora y será en beneficio de todos".

Pero, continuó, "cuando cambia el ciclo se les dice: no, no ahora no sólo tienen que moderar sus aspiraciones, sino que van a perder parte de la redistribución".

González vaticinó que en esta ocasión los sindicatos no tendrán "las ventajas" con que contaron en 1988 y que resumió en "el apoyo de la patronal, con el señor Cuevas a la cabeza. y el apoyo de la derecha, con el apoyo del señor Aznar en Castilla y León, que pagaron los salarios" a los ue hicieron huelga.