"Salvo la máquina de escribir, que también hemos intentado que fuera la misma, pero no la hemos encontrado, el decreto es el mismo. No se han cambiado ni siquiera las comas. Sólo la firma es distinta: enonces era de don José Borrell y en 2002 es de don Francisco Alvarez-Cascos", dijo el ministro en los pasillos del Senado.

Añadió que las únicas diferencias respecto al decreto socialista se refieren a los servicios mínimos en vuelos regulares de compañías áereas privadas y en los servicios de salvamento marítimo, que en ambos casos no existía. Incluso afirmó que para cercanías, Renfe e Iberia, los mínimos establecidos son inferiores a los de 1994.

Alvarez-Cascos arremetió contra los sindicatos prguntando por qué se erigen en "autoridad única y suprema para decidir qué servicios son buenos" y agregó que con esta actitud tratan de "desautorizar" e incluso "anular" la acción del Gobierno.

Sobre los servicios de salvamento marítimo, cuyo decreto de declaración como servicio esencial ha sido recurrido por los sindicatos ante el Tribunal Supremo, el ministro se preguntó que si finalmente se anula este decreto "¿quién atiende una emergencia en el mar ese día? Y si hay un accidente, ¿quién asume la rsponsabilidad?"

"Hay cuestiones que no hay que ir al derecho ni a la Constitución, sino al sentido común", concluyó.