2,7 MILLONES DE EMPLEOS TEMPORALES DESAPARECERAN SI SE SUPRIME LA CONTRATACION TEMPORAL, SEGUN CEPYME
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El presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mdiana Empresa (CEPYME), Manuel Otero Luna, manifestó hoy en el Congreso que el 90 por ciento de los tres millones de empleos temporales existentes en la actualidad desaparecerían si la Administración suprimiese estas modalidades de contratación. Según sus estimaciones, sólo el 10 por ciento restante, unos 300.000 puestos de trabajo, se convertirían en fijos.
Otero Luna, que intervino ante la comisión mixta Congreso-Senado para la unión económica europea, precisó que la contratación temporal sería meno frecuente si el mercado laboral fuese más flexible.
Subrayó que no reclama el despido libre, pero sí medidas para evitar que las indemnizaciones que acarrean la extinción de los contratos sean en España "las más altas de Europa".
Otero criticó la consolidación de dos mercados de trabajo paralelos, en el que empresas antiguas con trabajadores fijos tienen dificultades para competir con empresas nuevas cargadas de empleados temporales, subvenciones al empleo y bonificaciones de cuotas a la Seguridd Social.
"Estamos pidiendo a gritos que eso desaparezca, pero mientras no haya una adaptación de nuestra legislación laboral a la comunitaria y una flexibilización de las normas de despido, estaremos a favor de que siga la contratación temporal, porque del mal hay que elegir el menor", subrayó.
A su juicio, la Administración debería eliminar las bonificaciones de las cuotas a la Seguridad Social, de las que se benefician las grandes empresas, y dedicar ese dinero, que cifró en torno a 100.000 milones de pesetas al año, a una bajada general de unos tres puntos en las cuotas que pagan todas las empresas por este concepto.
"No queremos bonificaciones a la Seguridad Social -recalcó-. Esas bonificaciones se las llevan la empresa pública, la gran empresa de distribución y los grandes empresarios, que son quienes tienen capacidad para acceder a ellas".
Otero subrayó que las restricciones monetarias aplicadas por el Gobierno desde 1989 han afectado gravemente a la inversión de las pequeñas y meianas empresas, que no han encontrado respaldo para acometer nuevos proyectos.
Aseguró que se ha llegado a una situación en la que si un trabajador pide un crédito de 2 millones de pesetas para comprarse un coche, lo tiene en 48 horas, mientras que si es el empresario quien solicita 5 millones para ampliar su negocio, no se lo dan.
Otero llamó la atención sobre la "desconexión" entre el mundo de la empresa y el mundo político y puso como ejemplo las declaraciones de Alfonso Guerra sobre una "ley e hierro" de los beneficios.
A su juicio, las medidas necesarias para mejorar la situación de la pequeña y mediana empresa son la flexibilización del mercado de trabajo, la reducción de los tipos de interés y la eliminación de las trabas burocráticas y fiscales.
(SERVIMEDIA)
06 Feb 1991