EN 1999 HUBO MAS DE 200 DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO CULTURAL EN ESPAÑA

MADRID
SERVIMEDIA

El año pasado se registraron en Esaña más de 200 delitos contra el patrimonio cultural, según afirmó hoy Ramón Fernández Gallego, jefe de la Brigada de Protección del Patrimonio Histórico del Cuerpo Nacional de Policía, en los cursos de verano de la Universidad Europea-CEES.

De esta cantidad, 58 delitos consistieron en robos de piezas y el resto en falisificaciones, delitos contra la propiedad intelectual y expolios de los yacimientos arqueológicos.

Fernández Gallego, que intervino en el curso "El patrimonio histórico español ¿Un valor en peligro de extinción?", desmintió que en España exista, como en otros países de Europa, delincuencia organizada que trafique con bienes culturales. "Existen grupos convencionales de delincuentes que tienen esta especialidad delictiva, pero en ningún caso se puede hablar de mafia organizada", explicó.

Subrayó la incidencia especialmente grave de los delitos cometidos contra la propiedad intelectual, como la reproducción de cuadros de pintores famosos y el expolio de yacimientos arqueolóicos, un delito que calificó de "desastre" no sólo por el valor de los objetos robados, sino por el deterioro que su comisión produce en el conjunto de los yacimientos.

Las piezas robadas en España se dirigen fundamentalmente a países como Italia, Suiza, Estados Unidos, Japón, Australia y Reino Unido, país este último que se ha convertido en un núcleo importante de recepción de objetos robados, debido a la existencia de numerosas casas de subastas y a la facilidad para transportar los bienes robadosa consecuencia de la supresión de fronteras.

El responsable de la Brigada de Protección del Patrimonio Histórico indicó que España se está convirtiendo en un país receptor de robos culturales, ya que la ausencia de tratados internacionales fomenta las transacciones ilícitas. Según datos de la Unesco facilitados por Fernández Gallego, el tráfico ilícito de bienes culturales mueve en todo el mundo más de un billón de dólares anuales.

Abogó por una reforma de la legislación administrativa para l correcta coordinación administrativa, que permita compatibilizar la libertad de comercio con la persecución de los delitos contra el patrimonio histórico.

Por su parte, Enrique Baquedano, director del Museo Arqueológico Regional de Madrid, dijo que el expolio en el mundo rural y sobre todo en los yacimientos arqueológicos es el principal problema para la protección del patrimonio histórico, por lo que se mostró partidario de la puesta en marcha de una política preventiva que impida su deterioro.

"Es imprescindible que los grandes monumentos dispongan de cuadrillas de mantenimiento" indicó. "Es la única manera de poder conservarlos en perfecto estado sin tener que recurrir posteriormente y cuando ya es demasiado tarde a restauraciones drásticas".

(SERVIMEDIA)
18 Jul 2000
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