Partidos políticos

PP y Vox dicen ignorarse un año después de la moción de censura

-La transferencia de voto es de 4 puntos a favor de los populares, y Casado es más valorado por sus votantes que en todo este tiempo, según el CIS

MADRID
SERVIMEDIA

El Partido Popular y Vox aseguran seguir cada uno su propio camino ideológico y estratégico y no atender a lo que está haciendo el otro cuando se acaba de cumplir un año desde la moción de censura presentada por Santiago Abascal, el 21 y 22 de octubre de 2020, en cuyo debate Pablo Casado marcó expresa y hasta personalmente distancias con su rival en la franja derecha del espectro político.

Han pasado muchas cosas desde aquel desencuentro, tras el que el Barómetro del CIS de noviembre registró un descenso nunca repetido de 1,1 puntos en la valoración que los votantes de Vox hacían de Casado (de 4,6 a 3,5 respecto a octubre), y otro significativo de casi medio punto entre los propios votantes del PP (de 5,4 a 5,0).

Por encima de todas, las elecciones autonómicas de Madrid del 4 de mayo, que invirtieron la tendencia de tres meses consecutivos en los que, siempre según el CIS, era mayor el número de antiguos votantes del PP que se pasaban a Vox que el de quienes en noviembre de 2019 cogieron la papeleta liderada por Abascal y decían que en caso de haber elecciones se decantarían por la encabezada por Casado. En marzo, justo antes de la convocatoria de los comicios por Isabel Díaz Ayuso, la diferencia era de seis puntos porcentuales en favor de Vox.

Después de abril, la ventaja de los de Abascal ya sólo volvió a repetirse puntualmente en septiembre, pero el Barómetro de octubre refleja que la transferencia de votos se mantiene en casi cuatro puntos porcentuales favorable al PP. El 11,6% de los votantes de Vox se pasarían al PP y sólo el 7,7% haría el viaje contrario: un saldo neto de 3,9% para los populares. Esta transferencia se traduce en la estimación de voto general, donde Vox se mantiene en el 13,2% que el CIS le auguraba en noviembre de 2020, justo después de su moción de censura, mientras que el PP ha subido del 18,6% al 22,1%.

El porcentaje de votantes populares en las últimas elecciones generales que repetirían papeleta se sitúa ahora en el 79,4%, nada menos que 13,5 puntos porcentuales más que en el Barómetro de noviembre de 2020, el primero tras la moción de censura, e incluso Casado alcanza la mejor valoración de los últimos 12 meses entre sus votantes, un 5,8 (aun así, la menor con mucho de los líderes estatales sin contar a la de Ciudadanos, Inés Arrimadas, a quienes según las encuestas ya han abandonado muchos de los votantes de Albert Rivera en noviembre de 2019) .

Fuentes de la dirección de Vox consultadas por Servimedia desdeñaron la mencionada transferencia favorable al PP y la atribuyeron a una suerte de venganza por la querella que acaban de presentar contra el director del CIS, José Félix Tezanos, por supuesta malversación de caudales públicos en sus encuestas, finalmente desestimada por la Audiencia de Madrid.

Es decir, no temen que la transferencia se deba al supuesto giro que, según algunos analistas, imprimió Casado a su discurso en la pasada Convención Nacional del PP, el pasado día 3, donde prometió derogar las leyes socialistas de memoria histórica, las de género e incluso las de eutanasia y el aborto, también banderas características de Vox.

RELEVO Y NO ALTERNATIVA

Un giro que, desde su punto de vista, ha quedado deslegitimado por el acercamiento al PSOE para pactar la renovación de los órganos constitucionales; un acuerdo que creen que demuestra su tesis de que el PP sería un mero relevo y no una alternativa a los socialistas, mensaje pregonado durante el anuncio de su llamada Agenda España el pasado día 10 en un acto en Ifema.

En Vox, por tanto, se aferran a mantener “las ideas que nos han traído hasta aquí”, y opinan que deben permanecer fieles a ellas y no preocuparse por lo que haga el PP, de quien consideran que, lejos de invadir su terreno, ha “copiado lo peor de Ciudadanos”, una supuesta condición de “veleta” que hace que ni sus propios votantes sepan donde están. “De nosotros siempre se sabe dónde estamos”, contraponen.

En realidad, en esa apuesta por mantener su camino sin mirar a sus hipotéticos rivales electorales coincide también el PP. Fuentes populares consultadas por Servimedia entonan un “nosotros a lo nuestro” en relación a Ciudadanos o Vox, “mantenernos como somos” sin dejarse llevar por populismos. Los populares ven amortizados a Cs y dan por descontado que la reunificación del centroderecha se hará por la base una vez se produzcan las elecciones generales.

Sobre el partido de Santiago Abascal, cargos del PP consultados por esta agencia abogan por un “pacto de no agresión” porque creen que pueden recuperar a parte de sus votantes. Otros dirigentes, sin embargo, estiman que será difícil convencer a quienes se fueron a Vox y que tendrán que ser ellos mismos los que vuelvan cuando vean que el PP es “la opción real” para desbancar a Sánchez.

Y en ello precisamente trabajará el PP a partir de ahora, en venderse como el partido que está “con la España real” mientras confía en que su “utilidad” acabe imponiéndose una vez el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez opte por pulsar el botón electoral; algo que no se atreven a decir cuándo pasará porque “el presidente es un mentiroso compulsivo y hará en cada momento lo que más le convenga”.

Un destacado asesor de la dirección popular sí reconocía a Servimedia que hay un nicho de electores de clases bajas agraviadas por la situación económica a los que nunca podría llegar el PP, porque socialmente podrían ser proclives a votar a la izquierda y, si se han desencantado de ella ahora que gobierna, podría ser útil que se decantaran por Vox, de cara a una eventual suma de aritmética parlamentaria tras las próximas elecciones generales, si la actual mayoría no se puede reeditar pero la formación de Casado tampoco alcanza mayoría absoluta.

Las fuentes consultadas de la dirección de Vox vaticinan que esa posibilidad no se llegará a dar. Aunque en sospechosa coincidencia con el retrato del PP que desean trasladar, su pronóstico es que los populares lo fiarán todo a quedar cinco o diez escaños por encima del PSOE y que éste no sume mayoría suficiente con sus actuales aliados parlamentarios. Y, entonces, barruntan, presionarán a los socialistas a dejarles gobernar por medio de una abstención con la coartada, precisamente, de que la otra opción será que Vox entre en el Ejecutivo o influya decisivamente en él.

(SERVIMEDIA)
24 Oct 2021
KRT/MFN/man