Según indicó la confederación, "paradójicamente" el borrador del proyecto del decreto que establece el título de mediador comunicativo es "excluyente" para las personas sordas, ya que exige interpretaciones a la lengua oral, cuando, dice, la función de un mediador no las requiere.

Porque, explicó la CNSE, los mediadores -socioculturales- realizan labores de seguimiento y acompañamiento para facilitar los procesos de integración, mientras que los intérpretes -lingüísticos- traducen mensajes de la lengua oral a la signada y viceversa.

Pero teniendo en cuenta el borrador del decreto, la entidad entiende que hay una "confusión evidente" entre el perfil profesional del mediador y el del intérprete y por eso dice estar "preocupada".

Lo que no comprende la confederación es por qué se ha modificado el contenido previsto para este nuevo título, ya que durante su elaboración, asegura, el Ministerio de Educación siempre había considerado las necesidades y demandas del sector y especialmente las de los profesionales sordos.

Por otro lado, la organización se muestra "sorprendida" ante el recorte de horas formativas en lengua de signos que propone el borrador del decreto mencionado, lo que "hace imposible enseñar esta lengua con garantía de calidad y dotar al alumnado del conocimiento suficiente de este idioma para realizar una mediación social y cultural eficaz con las personas sordas y sordociegas".

Por todo lo dicho, la CNSE propone que se supriman del borrador del decreto las actuaciones discriminatorias con las personas sordas que deseen cursar este ciclo formativo y que se delimite debidamente el papel de un mediador y el de un intérprete de la lengua de signos.