Según establecen esos Estatutos, la presentación de candidaturas a la Secretaría General debe formalizarse ante la comisión electoral del propio congreso y contar con el aval del 20% de los delegados al Congreso, sin que ninguna de ellas pueda contar con más del 30% de los avales.

Al secretario general se le elige mediante voto individual, directo y secreto de los delegados, y después, a propuesta suya, se elige a la Comisión Ejecutiva Federal en lista bloqueada y cerrada.

El Comité Federal debe fijar el número de delegados al congreso, pero debe oscilar entre 500 y 2.000, y asiste además una delegación de Juventudes Socialistas y otra de las organizaciones sectoriales.

Los delegados representan al partido en el congreso y, por tanto, su distribución por territorios es proporcional al peso de cada uno de ellos en el partido. Son elegidos por las federaciones en listas completas, cerradas y bloqueadas sin que puedan formar parte de ellas los miembros de los órganos ejecutivos.

En caso de haber dos listas de delegados, la minoría que obtenga al menos un 20% de los votos válidos tiene una representación proporcional, y en todo caso la lista mayoritaria tiene derecho a la mitad más uno de los delegados a elegir. Si hay más de dos listas y ninguna es mayoritaria, la más votada tiene derecho a la mitad más uno de los delegados, y el resto se reparte proporcionalmente entre las que obtengan más del 20% de los votos.

Al congreso le corresponde definir los principios que rigen la acción del partido, establecer la línea política y señalar la estrategia, además de debatir y juzgar la gestión de los órganos federales de dirección.

El Comité Federal debe enviar a las agrupaciones provinciales una memoria de gestión de esos órganos y una ponencia marco, y las agrupaciones tienen 30 días para formular sugerencias al orden del día, presentar proposiciones, enmiendas o ponencias alternativas, siempre que cuenten con el apoyo del 20% en su congreso correspondiente.

Quince días antes del congreso, el Comité Federal debe enviar una memoria con todas las enmiendas recibidas a todas las agrupaciones y a los delegados, de forma que todos ellos deben estar elegidos al menos esos quince días antes del congreso.

Si el PSOE convoca su congreso, como parece previsible, para el pimer fin de semana de febrero, durante todo el mes de enero se celebrarán los congresos regionales para la elección de los delegados, en cuyas manos estará la elección de quien sustituya a Rodríguez Zapatero en la Secretaría General.