A las elecciones generales de este domingo concurren un total de 593 candidaturas al Congreso de los Diputados y 597 al Senado, frente a las 1.111 y 1.220 que se proclamaron, respectivamente, para la Cámara Baja y la Cámara Alta en la convocatoria de 2008.

La necesidad de reunir los avales, que no existía en 2008, ejerció un efecto disuasor de antemano para las formaciones políticas, puesto que la presentación de candidaturas, previa a su convalidación si cumplían las condiciones, también se redujo de 1.131 a 660 en el caso del Congreso y de 1.235 a 651 en el del Senado.

La Ley Orgánica 2/2011, de 28 de enero, modificó el artículo 169.3 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg), añadiendo el requisito de que los partidos que no hubieran obtenido representación en ninguna de las cámaras en la anterior convocatoria reunieran para poder presentarse un número de firmas equivalente al 0,1% de los electores inscritos en el censo de la circunscripción por la que pretendieran hacerlo.

La Junta Electoral Central certificó y trasladó esta nueva normativa en su instrucción 7/2011, de 15 de septiembre de 2011. Hasta entonces, el requisito de presentación de avales sólo estaba vigente para las elecciones europeas, para las cuales el artículo 220.3 de la Loreg estipula la necesidad de presentar 15.000 firmas de electores o bien de 50 cargos electos del partido en la Eurocámara, el Parlamento español, las cámaras autonómicas o las corporaciones locales.

Para las agrupaciones de electores se mantuvo la exigencia de avales de un 1% de los potenciales votantes censados en la circunscripción correspondiente, tal y como dejó establecido en 1985 el artículo 169.3 de la Loreg.