Como si estuvieran organizados, fueron apareciendo como un goteo para interrumpir la intervención del líder del PP. Todos ellos estaban camuflados en la grada ubicada justo detrás del escenario desde el que Rajoy hablaba a las más de 4.500 personas que abarrotaban el recinto ferial Ifevi de Vigo.

Rajoy acababa de definir el acto como "el mitin más importante de la campaña" por encontrarse en su comunidad natal, en su "casa", y por estar rodeado de muchas de las personas que le han acompañado en su vida política desde que comenzó a pegar carteles electorales en 1981.

Poco después, dos jóvenes se pusieron en pie y empezaron a gritar "¡Queremos libertad y no una dictadura!". Rajoy se quedó callado y sorprendido, mientras los jóvenes abrían sus abrigos para mostrar unas camisetas negras con una leyenda escrita en letras blancas pero poco legible.

La seguridad del PP acudió de inmediato y se los llevó sin demasiados problemas. Cuando ya salían, otra chica se levantó y comenzó a gritar. Rajoy seguía callado mientras el público respondía con cánticos de "¡Presidente, presidente!". Rajoy reinició su intervención tratando de calmar a los simpatizantes. "Llevo 30 años en la vida política, que no pasa nada, que vamos a ganar las elecciones", les dijo.

Después saltaron otros cinco jóvenes más, pero Rajoy mantuvo la calma e insistió en su mensaje de ofrecer un cambio político a todos los españoles, especialmente a todos aquellos que acuden a uno de sus mítines, "hagan lo que hagan". "Algunos de estos, van a cambiar y nos van a votar el próximo domingo", apostilló.