20-N. Rajoy, a la UE: "No quiero instrucciones pero quiero cumplir con los deberes"
- Responsabiliza del auge de la prima de riesgo al Gobierno de Zapatero por estar "instalado en la zozobra"
- Se deja llevar por la euforia y reprocha al alcalde de Santander que espere al lunes para regalarle un chubasquero que le ha prometido como presidente
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El líder del Partido Popular y candidato a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, lanzó este martes un mensaje nítido a la Unión Europea y el Banco Central ante la actual crisis financiera internacional y la presión de los mercados sobre España. "No quiero instrucciones pero quiero cumplir con los deberes", sentenció.
Rajoy se comportó prácticamente como si ya hubiera ganado las elecciones del 20 de noviembre y hubiera sido investido presidente del Gobierno durante un mitin en el Palacio de Festivales de Santander, que abarrotaron unas 2.300 personas para escuchar el discurso del presidente del PP; el presidente de Cantabria, Ignacio Diego; y el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna.
Su intervención estuvo principalmente dirigida a la Unión Europea, a quien trató de enviar un mensaje de tranquilidad para que confíe en el futuro Ejecutivo del Partido Popular que, si no se equivocan las encuestas, saldrá elegido en la cita con las urnas del domingo. Parecía su manera de pedir que se deje de poner en cuestión la estabilidad económica de España.
"Le vamos a decir a Europa y al mundo, de los que tanto dependemos y tanto influyen en nuestras vidas, que España es un país serio, fiable, que cumple sus compromisos, que España es una de las grandes potencias del mundo y que la circunstancia de que haya habido un Gobierno que no ha estado a la altura de las circunstancias no significa que no seamos lo que somos: una gran nación, que queremos opinar y participar y no que nos manden y nos den órdenes", sentenció.
Rajoy, que se refirió a Europa como un ente "tan importante en nuestras vidas", recordó que España también tuvo problemas para su incorporación a la zona euro pero consiguió el objetivo "a la primera" y "cuando algunos pensaban que no íbamos a hacerlo" porque es "una gran nación".
Por si no había quedado clara su postura, antes de terminar el discurso sacó a relucir otra vez la situación financiera internacional y la presión sobre España. Asumió las reformas económicas que Europa ha impuesto en el último año al Gobierno de Zapatero y sugirió que no harán falta más exigencias con el PP en La Moncloa.
"Yo creo en Europa. Creo en el proyecto del euro. Quiero presidir el Gobierno de un país que vaya allí a opinar, no quiero instrucciones. Eso sí, quiero cumplir con los deberes que todos tenemos que cumplir por lo que significa nuestra pertenencia al euro", dijo. "Yo, desde luego, voy a tener un Gobierno que mande a sus ministros a Europa a fajarse en defensa de los intereses españoles, en la PAC, en la agricultura, en la ganadería y en los fondos".
LA PRIMA DE RIESGO
Su preocupación principal en esta jornada fue la prima de riesgo. En ella se detuvo para explicar a los simpatizantes que en las últimas horas ha subido hasta los 450 puntos como consecuencia de la mala gestión económica del Ejecutivo de Zapatero, al que acusó de estar "instalado en la zozobra".
Ante un público de edad avanzada, que incluso llegó a gritarle que hablase más de las pensiones, argumentó que una prima de riesgo de 450 puntos conlleva que a las administraciones públicas, a las empresas y a las familias les cueste financiarse "muchísimo más que a un alemán, un francés o un holandés". Por tanto, recalcó, supone que los españoles están "en una situación de inferioridad descomunal" respecto a los vecinos comunitarios.
Rajoy también llamó la atención sobre un dato que considera preocupante: "Hoy hemos pagado por emitir obligaciones, pedir dinero y financiarnos el precio mas alto desde hace 15 años". En su opinión, todo esto es lo que provoca que haya "menos gente invirtiendo y menos gente creando empleo" y, por lo tanto, es "lo que hay que romper" con la acción de un nuevo Gobierno.
El líder del PP reconoció que la tarea que tiene por delante es "gigantesca" y garantizó que, por este motivo, el Ejecutivo que espera presidir a partir del 20 de noviembre "empezará a tomar decisiones desde el primer momento porque es el mejor mensaje que se puede dar a Europa y al mundo".
COMO SI FUERA PRESIDENTE
Rajoy habló como si ya hubiera sido investido presidente del Gobierno, consciente de la ventaja que le otorgan todas las encuestas ante las elecciones del domingo y convencido de que el Partido Popular obtendrá un resultado suficientemente amplio como para sacar adelante todas las reformas que sean necesarias, sin presiones de ningún tipo.
Quizá por eso se dejó llevar por la euforia y dio por hecho que ya es presidente después de que el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, le invitase a inaugurar en 2014 el Mundial de Vela que va a acoger la capital cántabra. Para esa cita, el primer edil de la ciudad anunció que tras las elecciones generales del domingo le enviará de regalo un chubasquero de color rojo -que incluso enseñó en público- con el que abrigarse para la ocasión.
Cuando Rajoy subió al escenario, aceptó la propuesta de inmediato y garantizó que acudirá a la cita deportiva. Afirmó que le gusta el color de la prenda pero, en tono jocoso, se quejó a De la Serna por no entregarle hoy mismo el chubasquero. "Lo que no sé es por qué no me lo das hasta el lunes", espetó como si hubiera pasado el 20-N y ya fuera presidente del Gobierno.
Con la mente ya puesta en La Moncloa, Rajoy volvió a repetir -igual que los últimos días- que no quiere hablar de sus adversarios políticos porque sus verdaderos adversarios son la crisis y el paro. Así que las principales críticas al PSOE salieron de las bocas del presidente de Cantabria, Ignacio Diego, y de la cabeza de lista al Congreso, Ana Madrazo.
Diego arremetió contra el presidente "Zapatero, el vicezapatero Rubalcaba y Pepiño el gasolinero" como los principales responsables de la actual crisis económica y de la falta de inversiones en Cantabria durante los últimos años. Por su parte, Madrazo fue aún más allá y se refirió al todavía jefe del Ejecutivo como el "más indocumentado y más frívolo de la democracia".
(SERVIMEDIA)
15 Nov 2011
PAI/jrv