González participó con Rubalcaba en un mitin en el Palacio de Deportes de Zaragoza, con aforo lleno y en el que, en principio, es el último de los tres actos en los que ambos han coincidido en esta campaña electoral.

“Ahora soy telonero, y a mucha honra”, de Pérez Rubalcaba, “que sabe que puede contar conmigo, que somos compañeros y, matiz, a pesar de eso amigos, porque confío en él, le conozco bien”, y a diferencia de José María Aznar con Mariano Rajoy, “yo estoy a tus órdenes, no te doy órdenes”.

La relación de Rajoy con Aznar fue muy esgrimida en este acto, también por el propio candidato socialista, y previamente el ex presidente se remontó a aquella gestión para recordar el papel del entonces vicepresidente y portavoz del Gobierno, con los “hilillos de plastilina” del Prestige mientras se vertían toneladas de chapapote y Aznar tuvo “el coraje de tardar un mes en ir y prohibir que el ejército ayudara a combatir la marea negra”.

González preguntó abiertamente si eso es lo que considera el “buen gobierno” al que ahora apela para salir de la crisis, y pidió a los indecisos “que levanten la mirada” y miren a su alrededor para comprobar lo que ha pasado en los países que han confiado su recuperación a un mero cambio de gobierno con giro a la derecha.

Lo que hay en Europa es una crisis de gobernanza de la democracia representativa ante la que los ciudadanos “nos exigen que gobernemos a los especuladores”, y Rubalcaba ya ha demostrado su capacidad de gestión frente a quien piensa que la mejor manera de no equivocarse es “no hacer nada, y aún así cometen errores”.

Esos países en los que ya han probado el cambio de gobierno son ejemplo para constatar que “la única manera de parar la avalancha de recortes es que gane el PSOE, lo demás es perfectamente respetable pero no sirve para hacer lo que hay que hacer en este país”.

Hay que comprender que esta partida se juega “en dos tableros”, España y Europa, que “está fallando”, y eso requiere comportarse “como los buenos ajedrecistas, con pasión, dedicación, las cualidades de Rajoy, como sabéis”, ironizó.

“¿Alguien ve a Mariano discutiendo con la Merkel?”, se preguntó. “Va a ser que no”, respondió, y hay que defender ante ella que no hay problema en tardar una década en absorber la deuda si las familias tardan tres en pagar sus hipotecas.

Lo irresponsable no es pedir una gradación para cumplir el compromiso de déficit, aseguró, sino decir que España está “intervenida” sin valorar el daño que hace eso y menospreciando que el Gobierno ha avanzado “en muchas cosas” pero sobre todo “ha evitado que estemos en situación de rescate, miren alrededor”.

González tuvo también un mensaje para denunciar la actitud de Izquierda Unida al permitir que en Extremadura gobierne el PP y al decir ahora que los dos grandes partidos son lo mismo. “A mí que no me cuenten en qué consiste la pinza, exhibirse desde la izquierda para que gane la derecha, que esa película me la conozco”.