En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, se negó a decir explícitamente si se ha planteado o no dimitir de sus cargos en el Gobierno, y reiteró una y otra vez que las acusaciones son falsas y desea poder defenderse y demostrarlo.

Sus palabras el jueves sobre la coincidencia del inicio de la campaña electoral y la elevación de la investigación al Tribunal Supremo, aseguró, fueron una mera “constatación de una evidencia” de la que no se puede extraer interpretación alguna.

“Respeto el trabajo de los jueces y sus tiempos”, aseguró el ministro, “y lo único que puse de manifiesto es un dato objetivo”.

Blanco insistió en definirse como el “principal interesado” en que el caso basado en “falsas acusaciones” se investigue “lo más rápido posible”, y expresó su confianza en que la elevación al Supremo “sirva para desbloquear la situación de absoluta indefensión en la que me encuentro” desde que empezaron a filtrarse “supuestas afirmaciones de un imputado por falsedad y por fraude”.