Montero lanzó este mensaje durante su participación en una mesa redonda titulada ‘Avanzamos en las políticas de bienestar’ dentro del 40º Congreso Federal que el PSOE celebra este fin de semana en Valencia, donde compartió conversación con la portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez; el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres; y la presidenta de La Rioja, Concha Andreu.

A su juicio, un Estado del bienestar es “la fórmula más eficiente de garantizar” una educación, una sanidad, una protección de empleo y unas pensiones, y advirtió de que todo ello sólo es viable con un Estado “fuerte” y servicios públicos “bien ordenados, que tengan capilaridad en el territorio y que tenga un acceso público universal y gratuito”.

Montero se detuvo especialmente en el sistema sanitario para explicar, como máxima responsable de las finanzas del Estado, que la sanidad pública española cuesta 1.500 euros por persona al año. “No hay política de seguro privado que tenga cobertura a todo riesgo” para cualquier persona, puesto que en los hospitales públicos “si la ciencia tiene respuesta, la ciencia te provee” del tratamiento adecuado.

Remachó que la sanidad pública “es la forma más barata de proveer unos servicios públicos que de otra forma generarían una gran desigualdad”. Rechazó incluso que las rentas más altas tengan que pagar copago para los servicios públicos, puesto que son “gratuitos”, pero “nunca son gratis” porque se sufragan con los impuestos de todos y ahí cada cual aporta en función de lo que tiene.

La ministra de Hacienda abogó también por ampliar las actuales coberturas sanitarias para incorporar nuevos servicios como la salud bucodental, la fecundación in vitro o la reproducción asistida.

Montero hizo este alegato en defensa del Estado del bienestar frente a quienes en los últimos tiempos intentan “descafeinar” conquistas públicas que costaron muchas décadas, como la educación, la sanidad, las pensiones, a las que sumó en un futuro próximo la vivienda gracias a la ley que piensa aprobar el Gobierno y el acceso a una “Justicia rápida y gratuita”.

Finalmente, reivindicó el Estado del bienestar como “ADN y seña de identidad de la socialdemocracia” a la que pertenece el PSOE y por constituir un “colchón social” único para toda la población en el continente europeo, puesto que “todavía hoy no lo han desarrollado en otras partes del mundo”.