Rajoy estaba terminando su discurso ante medio millar de personas en el Parque de la Victoria de Córdoba, adonde llegó acompañado del presidente del PP de Andalucía, Javier Arenas. En ese momento, uno de los asistentes aprovechó un pequeño silencio del candidato a La Moncloa para gritar: "¿Y de los asesinos de ETA, qué?".

Durante toda la intervención, Rajoy se había centrado exclusivamente en hablar de la economía, de los datos del paro y de la necesidad de un cambio político en España en las elecciones generales del 20 de noviembre. La situación de ETA no había aparecido ni por asomo hasta que el espontáneo saltó de su asiento.

La pregunta, lanzada en medio del silencio, causó una gran expectación entre los presentes y obligó a Rajoy a mojarse: "Ley y Estado de Derecho". Esta fue su concisa respuesta, consciente de quela estrategia electoral del PP en estos comicios pasa por fiar todo el mensaje político a la economía y dejar completamente al margen la lucha contra el terrorismo.

Desde que la banda terrorista ETA anunció el 20 de octubre que abandonaba la lucha armada, Rajoy apenas ha vuelto a hablar del asunto y ha dedicado todos sus actos a la economía y la creación de empleo con el argumento de que es lo que más importa a los ciudadanos. Sin embargo, en su primer acto de la caravana electoral, el espontáneo de Córdoba puso en entredicho esa tesis y le obligó a hablar de ETA.