La eurodiputada y secretaria de Internacional de Podemos, Idoia Villanueva, leyó el manifiesto después de la mesa de debate final, en la que participó también el ex secretario general Pablo Iglesias por primera vez en un acto de partido desde que abandonó la política activa en la noche de las elecciones autonómicas de Madrid del 4 de mayo.

El manifiesto repite también algunas de las ideas que lanzó la actual secretaria general, Ione Belarra, en el acto de clausura, como la necesidad de que haya una empresa pública en cada uno de los sectores estratégicos de España en 2030, y las supuestas resistencias de los poderes económicos, judicial y mediático.

Respecto al Gobierno, por un lado reivindica que “la presencia de Unidas Podemos en el Consejo de Ministros ha servido para que el Gobierno afronte la enorme crisis sanitaria, económica y social sobrevenida en sus primeros meses de andadura con un programa opuesto a las recetas aplicadas durante la crisis financiera de 2008”.

Sin embargo, el texto añade: “La experiencia del Gobierno de coalición no solo está sirviendo para comprobar que, cuando decíamos que sí se podían cambiar algunas cosas importantes desde el Consejo de Ministros, decíamos la verdad. También está sirviendo para constatar los límites que implica ser el socio minoritario en un Gobierno encabezado por el PSOE”.

También enumera una serie de reproches: "Venimos de ver cómo se permitió la fuga del emérito corrupto a una dictadura teocrática, cómo se impuso un diseño burocrático al Ingreso Mínimo Vital que amenaza con hacerlo descarrilar, cómo se intentó parar la Ley Trans, las medidas para bajar la factura de la luz y la regulación de los alquileres, cómo se pospuso ocho largos meses la subida del Salario Mínimo Interprofesional en 2021, cómo se permite al PP seguir atrincherado en el Poder Judicial y mandar en Radio Televisión Española, cómo se siguen haciendo políticas migratorias contrarias a los derechos humanos o cómo se facilitó la fusión entre Bankia y CaixaBank".

Así, cuando enumera las metas a conseguir en los próximos años, sus ya conocidos objetivos programáticos, Podemos sentencia: “Sabemos que muchas de estas metas no son posibles con la actual correlación de fuerzas y que la sociedad española solo podrá alcanzarlas si supera al PSOE como fuerza principal del bloque progresista”.

Para conseguirlo, el manifiesto apoya implícitamente la apuesta de la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, de montar un proyecto que trascienda a los partidos actuales de Unidas Podemos. Tanto Belarra como Iglesias hicieron alusiones análogas en sus intervenciones. “Tenemos que crecer como espacio político, ampliándonos a nuevos sectores sociales, referentes de la sociedad civil y otras fuerzas que quieran trabajar de la mano en un horizonte de país ilusionante”, se conjura.

En esa línea, reivindica que "en 2016 ya fuimos capaces de congregar la mayor coalición de fuerzas políticas transformadoras en España y tenemos la voluntad, la capacidad y la convicción de volver a hacerlo" porque “el objetivo sigue siendo ganar”. Sin embargo, esa coalición fue la suma de Podemos e Izquierda Unida, justo la alianza que desaconsejó el hoy portavoz de Más País en el Congreso de los Diputados, Íñigo Errejón, a cuyo espacio político podría querer sumar Díaz a la luz de algunos de los asesores que ha contratado.

Tras la lectura del manifiesto, la Universidad de Otoño se clausuró al son de la canción de Cecilia ‘Mi querida España’, que entona "esa España mía, esa España nuestra". Un final de connotaciones patrióticas que contrastó con los habituales cierres de los actos de campaña con temas reivindicativos de cantautores o el himno partisano ‘Bella Ciao’.