Explotación

Tres detenidos por explotar en los campos de Valladolid a inmigrantes a los que no pagaban

MADRID
SERVIMEDIA

La Policía Nacional ha desmantelado un entramado dedicado a la explotación laboral de inmigrantes en la provincia de Valladolid, donde usaban a estas personas en labores agrícolas sin pagarles ningún salario.

Según informó este lunes la Policía, como miembros de esta trama han sido detenidos tres individuos, dos de ellos un padre y un hijo, que fueron arrestados en Valladolid, mientras el tercer implicado fue capturado en Barcelona.

Las víctimas estaban en situación irregular en España y trabajaban en jornadas maratonianas sin ningún derecho laboral, al tiempo que vivían en condiciones deplorables en una vivienda en proceso de ser declarada en ruina.

La investigación comenzó cuando los agentes tuvieron conocimiento de que varias personas se estaban dedicando, de manera organizada y jerarquizada, a captar y controlar a personas en situación desfavorecida para su explotación en labores agrícolas.

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Los afectados eran ciudadanos extranjeros en situación irregular en España, sin formación ni recursos, con un gran desconocimiento de la legislación vigente y sin apenas relaciones sociales, que eran captados mediante anuncios en Internet, redes sociales, o bien en la vía pública mientras ejercían la mendicidad.

Una vez captados, los trabajadores eran hacinados en una vivienda en ruinas ubicada en la localidad vallisoletana de La Seca. Aquí llegaban a convivir en condiciones deplorables hasta 10 personas, sin agua potable, compartiendo un único baño y durmiendo en colchones insalubres bajo plagas de insectos. Además, los trabajadores debían pagar por el alquiler de esa casa en la que malvivían, por las herramientas con las que trabajaban y por el transporte hasta el lugar de trabajo.

Los detenidos trasladaban a los trabajadores a diferentes explotaciones agrícolas en la provincia de Valladolid. Allí soportaban jornadas interminables que se podían prolongar desde las cinco de la mañana hasta las nueve de la noche, sin derecho a descansos ni vacaciones y obligados a trabajar aunque estuvieran enfermos.

No llegaban a percibir ningún salario, excepcionalmente les entregaban pequeñas cantidades de dinero para la compra de alimentos. En el caso de reclamar su jornal recibían amenazas y agresiones físicas, llegando uno de los trabajadores a ser acuchillado por el controlador del grupo.

(SERVIMEDIA)
04 Oct 2021
NBC/gja