No obstante, el organismo internacional admite en su "Informe sobre el trabajo en el mundo 2011: los mercados al servicio del empleo", que los salarios reales "no han sido un obstáculo para la competitividad".

Por esta razón, reclama a España "esfuerzos para reducir la inflación" y aboga por una mayor flexibilidad en la fijación de los salarios.

En concreto, la OIT sostiene que es necesario "revertir las limitaciones" que la negociación colectiva establece en relación con las políticas de fijación de salarios.

Por otro lado, el informe del organismo internacional subraya que España necesita "una estrategia integral de empleo" que incluya, en primer lugar, "un plan de choque para mejorar las perspectivas de empleo de los jóvenes".

Asimismo, defiende la importancia de llevar a cabo un ajuste de las políticas en materia de educación y propiciar un "nuevo modelo de crecimiento".

También subraya que "es preciso promover las políticas activas de empleo al tiempo que se presta apoyo adecuado a los desempleados"; y advierte de que "se debe continuar con los esfuerzos para reducir la temporalidad, promoviendo la creación de más y mejores empleos".

Por otro lado, la OIT critica que durante la crisis los jóvenes y los trabajadores con contratos temporales "se han visto afectados de forma desproporcionada".

Además, alerta de que el nuevo deterioro de las perspectivas económicas mundiales "podría afectar aún más la situación del empleo".

Asimismo, afirma que en la situación que atraviesa el empleo en España "el diálogo social es más importante que nunca".